«La robotización acabará con el cien por cien de los trabajos actuales»

-En su seminario abarca el liderazgo. ¿Qué cualidades tiene que tener un directivo para ser líder?

-Un líder tiene que tener una cualidad fundamental y es que tiene que estar orientado a las personas. Le tienen que gustar estar con la gente, ser generoso con su tiempo, sus conocimientos y experiencias. También tiene que ser integrador. Es una persona que sabe llegar, hacer y marcharse. Cada vez los liderazgos van a ser más cortos, acabaremos trabajando por proyectos.

-¿Los empresarios asturianos están impregnados de ese nuevo modelo?

-Como en todas partes. Unos sí, otros menos y otros lo saben, pero no han empezado. Les van a llevar los clientes hacia ello. Los usuarios y clientes exigen unos productos, unos servicios, unos comportamientos, unas creencias que les van a llevar necesariamente a transformar la forma en la que se hacen las cosas. La última milla de la transformación digital es la cultural.

-¿Tenemos cultura emprendedora?

-Sí, España tiene mucha iniciativa, gran creatividad, y mucha gente que tiene esas características de liderazgo. Pero el ecosistema empresarial a veces cojea. El sistema educativo ayuda poco, la colaboración entre entidades brilla por su ausencia y la cultura española, latina y católica es poco integradora. Se castiga mucho el fracaso y la innovación no es perfección instantánea, y muchas veces te lleva a caminos muertos, a un error o a un fracaso. En nuestra cultura fracasar es una mancha que no te puedes quitar, es un pecado original. También se castiga al que tiene demasiado éxito. El deporte nacional sigue siendo la envidia. Tampoco ayuda la tradición popular de que el empresario es el enemigo público número uno.

-¿La robotización acabará con puestos de trabajo?

-La robotización va a acabar con el cien por cien de los trabajos tal y como los conocemos ahora. Todos los trabajos van a cambiar. La tecnología es el fin de todas las excusas para no hacer todo aquello que siempre quisiste hacer. Pero hay trabajo para rato. No serán como los conocemos ahora y aparecerán otros nuevos.

-¿Está el sistema educativo preparado para formarles?

-No. Hay que aprender cada vez más capacidades horizontales, carreras más abiertas, más experimentales. Se ha acabado el ciclo de eres joven, creces, estudias, trabajas y ya. Nos vamos a pasar la vida trabajando y aprendiendo si queremos ser empleables. Tenemos que quitar el tabú de que a partir de los 30 años no aprendes.

-Siguen faltando mujeres en las cúspides de las empresas. ¿Cómo se arregla?

-Llevamos 2020 años esperando, si hay que forzar se fuerza. Cada vez soy más partidaria de las cuotas. Hay que contratar más mujeres y hacer que lleguen a posiciones de responsabilidad de gestión.

-Tiene dos hijos. ¿Cuál es la clave de concilar?

-Yo tengo dos recetas. Lo bueno es enemigo de lo óptimo, no puede ser todo perfecto. También organización y planificación.

-¿Qué dificultades encontró por ser mujer a lo largo de su carrera?

-Todas. Algunos machismos eran obvios y otros más sutiles. Siempre pensé que los machismos hacen mayor a quien los comete. Alguien machista carece de formación, de información o de sentido común.

-¿Se ha evolucionado?

-Ahora por lo menos está mal visto. Queda mucho por hacer.

-¿Están las empresas preparadas para una nueva crisis?

-Tenemos que estar siempre preparados. Lo ideal es que estemos preparados y que nunca lleguen.