Es Premio Nacional de Innovación 2022 por una brillante y dilatada trayectoria profesional. Rocío Arroyo (Madrid, 1973) lleva más de 20 años como científica, investigadora y empresaria innovadora en la aplicación de tecnologías disruptivas para la prevención y detección temprana del cáncer. La CEO de ... Amadix, empresa de diagnóstico molecular, será mañana viernes (12 horas, hotel de la Reconquista) la invitada estrella en los Premios Radar de Innovación Emprendedora del CEEI. Hay más de 40 candidaturas que optan a las tres categorías: 'spinoff', Empresa de Base Tecnológica (EBT) y EBT ODS (alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible).
-¿Cuál va a ser su mensaje ante una audiencia emprendedora?
-Voy a animarles a seguir el camino de la innovación y emprender porque no siempre es fácil. Es muy importante tener un enfoque positivo, resiliente, optimista y perseverar. Nosotros trabajamos en investigación y las EBTs se enfrentan muchas veces a periodos largos de investigación donde es muy importante que los equipos se mantengan con enfoques positivos y optimistas. Enfocarlos al cambio que hay detrás de la innovación, a no perder de vista la mejora que se puede lograr en la vida de las personas a través de las empresas.
-Dicen que los momentos de crisis como el actual son buenos para emprender. ¿Coincide?
-Las crisis siempre traen oportunidades y, al final, emprender es una salida que escasas ocasiones nos planteamos y se habla poco de ello en las universidades; no siempre en nuestro país el emprendimiento innovador se plantea como una alternativa. Y es una carrera profesional muy emocionante que trae consigo mucha mejora, que siempre tiene un impacto detrás que cuesta llevar al mercado. La innovación no siempre es tan fácil de comercializar, pero donde la gratificación es enorme.
-Pero aún cuesta emprender, salir de esa zona de confort que trae un trabajo por cuenta ajena.
-Así es. Se ve como una opción muy arriesgada. A quien se lo esté pensando le diría que es una carrera profesional emocionante, ilusionante, donde los avances se valoran especialmente, y es una de las opciones donde más se aprende. No hay dos días iguales. Para el perfil de las personas a quien le motiva aprender, emprender significa adquirir conocimientos a una velocidad muy alta.
-La investigación biomédica está considerada como un sector emergente en Asturias. ¿Qué potencial de crecimiento le ve?
-Tiene un potencial enorme de crecimiento y vamos a ir viendo en estos años grandes innovaciones. Queda aún mucho recorrido y es necesario que haya mucha inversión y contar con el apoyo de la Administración en investigación básica. Sobre todo es fundamental para que luego esa investigación se desarrolle y se logren crear empresas.
-¿Qué le parece la nueva Ley de Ciencia? ¿Logrará realmente poner a la investigación en el centro de las políticas?
-Nos trae mejoras y el camino por recorrer es largo y hay que seguir trabajando por mejorar.
-Hay que esperar, por tanto, a ver su efectividad.
-Así es.
-¿La ciencia ha perdido el tirón ganado durante la pandemia? ¿Ha salido del radar de la sociedad como algo prioritario?
-Existe mucho riesgo de que la parte positiva que nos dejó la pandemia de esa buena percepción global se nos olvide desde el punto de vista de la Administración y de su reflejo en los presupuestos, porque la investigación básica que se hace en los centros, en los hospitales y en la universidad es la base para todo los demás. Los datos en inversión privada son favorables, y las empresas estamos invirtiendo mucho en I+D, pero hace falta un esfuerzo de los gobiernos, nacional y regionales, para apoyar a investigadores y emprendedores locales con proyectos. Confiemos ahí que el cambio iniciado en la pandemia haya cuajado. No hubiera sido posible generar en tiempo récord innovaciones como las vacunas o los test rápidos si no se invierte antes en los pilares de la ciencia más básica.
-Su empresa trabaja en la detección temprana del cáncer. ¿Cómo?
-El cáncer no avisa y la única herramienta que funciona es esa detección temprana. Trabajamos buscando marcadores moleculares del paciente en un análisis normal de sangre y estudiamos los factores de riesgo de su historia clínica. Con ello somos capaces de saber si esta persona tiene cáncer o lo va a tener aunque no muestre ningún síntoma. Analizamos el cáncer colorrectal, de páncreas y de pulmón.
-¿Ya son efectivos esos test?
-Nuestros proyectos están en investigación en páncreas y pulmón. Todavía no están listos en el hospital. Justo ahora arranca un proyecto piloto para empezar a ofrecerse en el grupo Hospital Madrid.
-Esos test son la base de medicina personalizada, de precisión. ¿Se logrará democratizar la atención sanitaria y que lleguen a todo el mundo?
-Tendría que ser un objetivo como país. La innovación trae por defecto inequidad y en el caso de la medicina de precisión es muy complejo todavía el que accedamos desde cualquier parte de España a las mismas innovaciones en medicina de precisión. El nivel socioeconómico y cultural influye mucho en la probabilidad de desarrollar un cáncer en el día de mañana (hábitos alimenticios, de vida saludable, tabaquismo...). El reto como país debería de ser tratar de acercarnos a la equidad en la sanidad con la innovación. Sería muy importante concretar medidas para hacerla flexible a todos los ciudadanos, con independencia de dónde vivan o de su capacidad adquisitiva.
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