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SANDRA S. FERRERÍA
GIJÓN.
Domingo, 7 de marzo 2021, 01:44
El rescate de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) a Duro Felguera, que se espera que ratifique el Consejo de Ministros el ... próximo martes, pondrá fin a varios años sin rumbo del grupo. El miércoles se anunció que el Estado entrará en su capital, sumándose así a otras empresas con presencia de la sociedad estatal en Asturias, como Correos, Hunosa y Tragsa. Esta incorporación supondrá un incremento del 36% en el número de trabajadores de la región dependientes de esta entidad adscrita al Ministerio de Hacienda. Superarán los 3.400.
Esta cifra se encuentra aún muy lejos de la que se llegó a alcanzar en los años 80, cuando más de 55.000 personas, un 13% de la población activa asturiana, trabajaba en las empresas vinculadas al Instituto Nacional de Industria (INI), puesto en marcha en la década de los 40, y a la que pertenecieron compañías como Ensidesa, Juliana Constructora Gijonesa y Tabacalera. Ahora no llegarán al 1%. Hoy la empresa con mayor número de trabajadores en Asturias que depende de la SEPI es Correos, con una plantilla de 1.300. Cuando fructifique la operación, le seguirá Duro Felguera, con 900, aunque desde la creación del fondo de rescate se insiste en que, en este caso, será una entrada en el capital «temporal». Hunosa, con alrededor de 630, será la tercera.
Por detrás queda Grupo Tragsa -dedicado a la prestación de servicios esenciales en desarrollo rural y medio ambiente-, con 526 personas. Se suman también las plantillas de Sepides -cuya actividad está enfocada a la promoción empresarial y gestión inmobiliaria-, RTVE, Red Eléctrica, Enagás, Efe y Mercasa -del sector de la distribución alimentaria-. La crisis de la covid-19 y su impacto en la economía llevó al Gobierno central en el mes de julio a anunciar la posibilidad de rescatar empresas, adentrándose directa o indirectamente en su capital. La medida se articula a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, dotado con 10.000 millones de euros, y dependiente de la SEPI. De momento, la sociedad estatal solo ha aprobado la inyección de fondos públicos a dos compañías: Air Europa, que recibirá 450 millones de euros, y Duro Felguera, con 120 millones. El objetivo de esos 10.000 millones es aportar un apoyo temporal para reforzar la solvencia de las compañías afectadas por la pandemia, pero con una excepción: quedan excluidas las entidades del sector bancario.
Además de haber visto su actividad afectada como consecuencia de la covid-19, existe otro requisito: que la compañía sea considerada estratégica. Si bien hubo cierto cuestionamiento en el ámbito nacional sobre si Duro debería tener esa consideración, en Asturias se veía como clara candidata a optar a este fondo. Ahora, tanto los sindicatos como el Principado han apuntado la necesidad de un rescate a través de la SEPI para Alu Ibérica (antigua Alcoa), en una situación límite tras el traspaso primero a Parter y luego la reventa a Riesgo.
Sus trabajadores creen que la intervención pública es ya la «única solución» para la viabilidad de las plantas de Avilés y de La Coruña. Más aún tras los registros policiales llevados a cabo el jueves en las factorías. «La petición ya se ha hecho desde Asturias», apuntó el consejero de Industria, Enrique Fernández, tras el último Consejo de Gobierno, aunque señaló que es una decisión que corresponde a la SEPI. «Ha tocado intervenir a Duro Felguera y en el momento en el que sea necesario intervenir a Alcoa también lo vamos a hacer», afirmó.
No obstante, existen otras empresas que no están dispuestas a pedir la ayuda del Gobierno debido a las las condiciones impuestas. Las compañías que accedan a estas ayudas deberán eliminar la remuneración variable al consejo de administración, no repartir dividendos y dejar en manos del Estado algunas decisiones estratégicas, como puede ser la compra de otras sociedades.
En 1997, el catedrático de Teoría Económica Julio Segura, que luego fue nombrado presidente de la CNMV, pronosticó que llegaría el momento en el que «se volvería a crear un gran grupo público, cuando la banca deje abandonadas a muchas empresas que ahora controla». No parece que ese sea el camino de estos rescates «temporales», pero la SEPI, sin ser el INI, gana músculo.
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