«Todo lo que recibimos de la sociedad se lo tenemos que devolver»

Cartonajes VIR es una empresa familiar dedicada a ofrecer soluciones de embajale en cartón. Su último proyecto es fabricar un catálogo de más de doscientas referencias que permitan a los comerciantes locales, fuertemente golpeados por la pandemia, disponer de cantidades pequeñas bajo demanda.

–¿Por qué es importante la RSC para una empresa familiar como Cartonajes VIR?

–Porque vivimos en sociedad. Dependemos unos de otros y en estos tiempos de pandemia, todavía más. Nosotros –por poder trabajar, al ser una empresa esencial- nos consideramos unos privilegiados. Y todo eso que recibimos de la sociedad se lo tenemos que devolver. Por compromiso y porque, al final, cuanto más damos, más recibimos. Así que, si quieres, al final lo hacemos por egoísmo.

–¿Cuándo la pusieron en marcha?

–Yo diría que desde siempre. Como empresa familiar estuvimos siempre comprometidos con nuestro entorno; pero empezamos a ponerle nombre –responsabilidad social corporativa- hace unos veinte años. Y en la última década lo sistematizamos más. A día de hoy trabajamos en varios proyectos y cada uno lleva su ritmo.

–¿En qué consiste su nuevo proyecto de embalaje estándar?

–La idea es tener fabricado un catálogo de más de doscientas referencias –listas para llevar– que permitan a los comerciantes locales disponer de cantidades pequeñas; bajo demanda: incluso desde una unidad. Para hacerlo invertimos en una nueva tienda, física y on-line, y en una nueva línea de impresión digital con las que buscamos facilitar compras ágiles, rápidas y seguras y contribuir así a la eficacia colectiva y la sostenibilidad. Para una empresa que fabrica cincuenta millones de cajas al año, acostumbrada a pedidos de gran volumen, no resulta fácil adaptarse a un cambio de esta naturaleza. Pero tampoco es imposible; y ya está conseguido. Nuestras líneas de embalaje estándar son ya una realidad y creemos que pueden facilitar el trabajo de muchos comerciantes y autónomos.

–¿De dónde surge la idea del proyecto?

–De la voluntad de ayudar al comercio local. Con esta pandemia y las decisiones cambiantes que las autoridades sanitarias toman para salvaguardar la salud pública, los comerciantes no saben cuándo van a poder abrir, por cuánto tiempo y en qué condiciones. Y se ven obligados, para adaptarse a esta nueva demanda discontinua, a modificar su manera de vender; y también de comprar. Y necesitan respuestas ágiles, flexibles, inmediatas y para cantidades pequeñas –incluso de una sola unidad– con las que, por ejemplo, introducirse en las entregas a domicilio o competir con el comercio electrónico. O lanzar nuevos productos. O hacer lo que mejor saben hacer. Y en este escenario lo que nosotros queremos es ayudarles haciendo lo que mejor sabemos hacer: ofreciéndoles soluciones en cartón.

–¿Cómo se relaciona con la RSC?

–De siempre nosotros tenemos una responsabilidad con los emprendedores o con la igualdad de género. Por eso colaboramos con proyectos como STARTinnova o Futuro en Femenino: dos iniciativas muy acertadas que se dedican a romper techos de cristal; a promover la igualdad de oportunidades. Pues bien, en las circunstancias actuales, para el comercio local, esa igualdad de oportunidades se traduce en ofrecerles posibilidades reales de adaptarse y competir en las mejores condiciones.

–¿Qué quieren aportar a la sociedad con ello?

–Soluciones reales. Romper barreras y desequilibrios aquí y ahora en aquello en donde podemos ser útiles y aportar. No queremos quedarnos en los discursos; esto es cuestión de recursos.

–¿A qué personas o sectores va dirigido?

–Al comercio, la hostelería o los autónomos. Son tres grandes generadores de empleo que lo están pasando muy mal; que hoy están abiertos y mañana cerrados; de los que todos dependemos y a los que nosotros queremos facilitarles las cosas.

–¿El reciclaje y el cuidado del entorno forman parte de su política de RSC?

–Claro que sí. De toda la vida nosotros trabajamos con un producto humilde y sostenible como es el cartón: cien por cien reciclable y, en nuestro caso, cien por cien reciclado. La sostenibilidad la tenemos muy interiorizada y a lo mejor por eso colaboramos en la plantación de árboles autóctonos o apostamos por energías limpias en nuestras propias instalaciones.

–¿Qué otro tipo de proyectos relacionados con la RSC llevan a cabo y para qué colectivos?

–Este año, por las razones que todos sabemos, estamos multiplicando el número de cajas que donamos al Banco de Alimentos. Por nosotros no va a quedar. Y además, nuestros trabajadores –por propia iniciativa, cosa de que la que estoy muy orgulloso– decidieron donar el importe íntegro de sus cestas de navidad al mismo Banco.

–¿Qué inversión les supone anual?

–Con la suma de todos estos proyectos que hablamos –donaciones, plantaciones, energías limpias, digitalización, apoyo al comercio...–nos movemos en las seis cifras.

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