Las recetas de los asturianos para sobrevivir a los precios disparados

El IPC cerró marzo con un 9,5% en Asturias, un dato que se traslada directamente a los bolsillos de los consumidores. Actualmente, los productos salen un 10% más caros que hace un año, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), y si las cifras continúan así, a lo largo de este ejercicio «cada hogar gastará 500 euros más solo en alimentos básicos». Todo un reto para los asturianos que ya siguen consejos como apuntar en una hoja de cálculo los ingresos y gastos del mes o comparar los precios del kilo de producto en lugar de por envase.

Se empieza a ver también el efecto 'downtrading', que consiste en buscar alternativas para abaratar la cesta de la compra. Aprovechar promociones y descuentos y adquirir marcas blancas son algunas de las pautas que siguen los consumidores. Según un informe de Kantar, cuatro de cada 10 hogares buscan promociones en productos y otro 40% asegura estar reduciendo su gasto fuera del hogar. La estrategia de Leonor Zapico, bioquímica y madre de familia numerosa, para reducir sus gastos pasa por la planificación: «Organizar los menús con tiempo me permite simplificar comidas, elegir productos más económicos y economizar elaboraciones». La familia de Jesús Costoya, además de seguir el mismo protocolo que Zapico, trata de «ir siempre a la misma cadena de alimentación y así generar mayor ahorro por la acumulación de compras, ya que te dan descuentos».

Por su parte, Belén Trapiella apuesta por la compra 'online': «Hace que vayas a lo que tienes que comprar y no meter cosas de más», excepto para los productos frescos, puesto que prefiere examinar la mercancía y «aprovechar las ofertas». No se debe perder de vista el supermercado al que se acude. Según un estudio de la OCU, al año se pueden ahorrar en torno a 1.000 euros en función de la cadena elegida.

Además de analizar las distintas opciones en el terreno de la alimentación, es importante conocer las alternativas a la hora de elegir la tarifa eléctrica. «Cuando me llegó la factura, hice un Excel para comparar compañías y nos cambiamos», explica Trapiella. Además, concentra el uso de los electrodomésticos en las horas más baratas. «Pongo las lavadoras y el lavavajillas por la noche y, como me levanto muy temprano, puedo poner la secadora antes de que cambie la franja horaria». Precisamente, este es el mensaje que envía el Servicio de Autorizaciones Energéticas del Principado, «que cualquier consumidor, doméstico o empresarial, ha de ser activo a la hora de conocer su factura y los diferentes precios del servicio por los cambios en la tarifa».

Asimismo, recomienda utilizar la línea de ayudas que gestiona el Gobierno asturiano para el autoconsumo y almacenamiento energético, ya que son las opciones que «más ahorro económico producen en el contexto actual». Una alternativa por la que ha optado Zapico. «Decidimos invertir en placas solares y ahora tratamos de aprovechar las horas de mayor generación». Al igual que Costoya: «Con los paneles solares pretendemos concentrar en las horas del día el mayor uso eléctrico. Incluso poner una lanza térmica en el depósito de agua».

Un sector que sufre de manera acusada el alza de los precios de energía y alimentos es la hostelería. «Somos esclavos de la demanda porque, si tienes que cocinar, tienes que encender el gas», señala Pedro Caramés, presidente del Bulevar de la Sidra. En la misma línea se manifiesta la hostelera Cristina Martínez. «En los comedores la luz hay que encenderla. Pensamos en cerrar alguna noche, pero no queremos marear a la clientela». Para abaratar la factura, se ha animado a instalar placas solares en su restaurante. Caramés, por su parte, afirma que el sector hace todo lo que está en su mano, como «el cambio de luces por led de bajo consumo, no poner a temperaturas extremas los aires acondicionados o, sin restar nada de calidad, buscar productos más económicos».