Borrar
El economista asturiano y director de Fedea, Ángel de la Fuente, durante el Fórum EL COMERCIO. fotos JOAQUÍN PAÑEDA

«Si queremos unas pensiones más altas también deberán aumentar los impuestos»

El economista Ángel de la Fuente explicó las líneas básicas para reformar el sistema de prestaciones durante el Fórum EL COMERCIO

Jueves, 28 de mayo 2020, 01:39

La crisis sanitaria no solo ha traído al primer plano del debate el tipo de gestión sanitaria y de servicios sociales hacia el que se deben encaminar las sociedades tras el COVID, sino también otras que nunca dejaron de estar de actualidad, como la reforma del sistema de pensiones. El Fórum EL COMERCIO, patrocinado por Sabadell Herrero, que se celebró ayer de forma telemática, tuvo como invitado al director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Ángel de la Fuente, para dar respuesta a esas inquietudes que sobrevuelan en el día a día. Previo a la ponencia se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas mortales de la pandemia.

Todo buen análisis parte de un diagnóstico y el de De la Fuente es que «en los primeros momentos de la crisis, las decisiones que se tomaron fueron en la buena dirección, dado que intentaban parar el golpe y proteger a las familias, empresas, trabajadores y colectivos más vulnerables». Superado ese impacto inicial, los siguientes pasos no le resultaron tan convincentes puesto que «la gente tardó en cobrar las prestaciones y el flujo de créditos y avales no circuló todo lo rápido que hubiera sido deseable».

Entre uno y otro, quedaría encajado el Ingreso Mínimo Vital, pendiente de ver estos días la luz y que supondrá una ayuda para aquellas personas que se encuentran en una situación de pobreza extrema. De la Fuente cree que se ha esperado demasiado tiempo para que este real decreto vea la luz. De hecho, considera que dada su complejidad hubiera sido deseable «no esperar dos meses y medio sino haber acelerado entonces las medidas para cubrir de urgencia y ya tratar a medio plazo, despacio y pensándolas bien, aquellas que van a tener un carácter permanente».

El acto, que transcurrió bajo el título 'La economía española ante el COVID-19', provocó un aluvión de preguntas de los lectores acerca de la fortaleza del sistema actual de pensiones. El director de Fedea invitó a hacer una reflexión conjunta como país sobre «hasta donde queremos llegar en la protección social, y en este asunto en particular, dado que tenemos que ser conscientes que lo pagamos entre todos». Es decir, añadió, «si queremos unas pensiones muy altas tendremos que hacer lo mismo con los impuestos». El diagnóstico, por simple, no oculta cierta dificultad para afrontarlo: un problema demográfico que cada vez se aleja más de la forma piramidal, arrastrado desde la caída de la natalidad a partir de los años 70 y que, en la actualidad, está provocando que cada vez sean más numerosas las generaciones que se acercan a la edad de jubilación. De hecho, según los cálculos de De la Fuente, en 2050 «la tasa de dependencia se multiplicará por dos, pasando de una pensión por cada tres trabajadores a hacerlo por uno y medio». O, dicho de otra forma, habrá menos gente trabajando por cada jubilado.

Ante la pesimista expectativa, el economista asturiano cree que hay que estudiar fórmulas que reduzcan esa ratio. «Eso no quiere decir que se reduzcan las pensiones, sino que aumenten menos que los salarios». Las claves para lograrlo, según su criterio, pasarían por: un incremento de la edad de jubilación para aquellas ocupaciones que exijan un menor esfuerzo físico, subir vía impuestos la cuantía de las prestaciones sociales y permitir que la población que lo desee compatibilice trabajo y la pensión.

Otra de las medidas que inciden directamente en ese mercado de trabajo es la reforma laboral. De la Fuente se mostró muy crítico con el momento en el que se ha reabierto este debate «vinculando la prórroga del estado de alarma cuando no tiene nada que ver». Aunque siempre «se puede dar una vuelta o limar algún aspecto», el economista asturiano no ve necesaria su revisión completa y menos aún su derogación. «La ley de 2012 ha sido muy positiva en muchos aspectos como se ve ahora que, gracias a su flexibilidad, es fundamental para la supervivencia de empresas y el mantenimiento del empleo a medio plazo». A tenor del informe publicado por Fedea y que dirigió él mismo, la cosa no pinta bien para el empleo. Según su análisis, la tasa de paro efectiva durante la crisis del coronavirus habría ascendido al 36,4%, un total de 8,4 millones de personas. Para realizar este cálculo se tiene en cuenta tanto el histórico de parados registrados como los que se han visto afectados por el ERTE y los ceses de actividad de los autónomos. «Estas cifras son soportables unas semanas pero si se prolonga tenemos un problema gordo», dijo De la Fuente durante su charla. En este contexto, cree que «el mecanismo establecido para los ERTE ha sido una excelente herramienta para mitigar los costes de las empresas y los trabajadores». Ahora toca, según su exposición, «ir retirándolos poco a poco priorizando sectores». Sobre uno de los más críticos, no tiene duda: la vuelta del turismo extranjero que «será difícil que recupere las cifras que tenía hasta que se esté en disposición de una vacuna».

En todo análisis de la economía española ante el COVID-19 que se precie no se pueden dejar de lado las previsiones macroeconómicas que, no parece que permitan encarar el futuro con el mayor de los optimismos. Según los cálculos del director del Fedea, España rondará un déficit del 10% del PIB en 2020. Por ello, añadió, se hace acuciante «que pensemos bien los recursos que tenemos, cómo los utilizamos y qué medidas paliativas queremos tomar para mitigar el golpe». Por ello, y en paralelo, De la Fuente, considera vital que «replanteemos los procedimientos y los procesos de funcionar de la Administración». Un punto que, en el caso de Asturias, ya fue avanzado por el presidente regional, Adrián Barbón, como reflexión inminente que debe adoptar el Principado. «Tenemos que ser mucho más ágiles y recortar los procesos con anterioridad, que en vez de realizar tantas comprobaciones, se facilite la puesta en marcha y estas se hagan a posteriori», señaló. En este sentido, alabó la reconversión llevada a cabo en los últimos años de la Agencia Tributaria como buen ejemplo». Por ello, De la Fuente cree que esa es la adaptación electrónica que debería ser imitada en otros niveles. «La crisis nos ha dado la patada en la espinilla para darnos cuenta de que tenemos que ser más rápidos de lo que lo somos», concluyó.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio «Si queremos unas pensiones más altas también deberán aumentar los impuestos»