Duro Felguera vuelve a respirar. Esta semana, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha inyectado en la compañía los otros 80 millones de euros ... del rescate autorizado por el Consejo de Ministros, a la vez que ha logrado el acuerdo con las entidades financieras para refinanciar 85 millones de euros de deuda y lograr una línea de avales para volver a contratar de hasta 80 millones. Con este nuevo escenario, el futuro es mucho más optimista, asegura su consejero delegado, Jaime Argüelles (Gijón, 1970), aunque reconoce que queda camino por andar.
-Con esta nueva inyección económica y el apoyo de la banca, ¿en qué situación está Duro Felguera?
-Estamos en un momento muy ilusionante. Después de conseguir los fondos públicos, la refinanciación de la deuda y los avales tenemos una oportunidad de futuro muy importante.
-¿Qué hace falta para conseguir definitivamente su salvación?
-Lo que ha sucedido estos últimos meses, como el apoyo público o la refinanciación de la deuda, eran imprescindibles, pero no son suficiente. La solución tiene que venir de dentro, dinamizar la compañía hacia la contratación y ejecución correcta de los proyectos, dar valor añadido a los clientes con una mezcla de los negocios tradicionales y de tendencia. Esperamos estabilizar la compañía en 2022 y a partir de ahí crecer. La expectativa es ser una compañía de 1.000 millones de euros de facturación. Esto no es un 'sprint', es una maratón. No aspiramos a ser una compañía que se libra del desastre, queremos ser una compañía existosa y no veo motivo para no lograrlo.
-¿Qué ha cambiado el apoyo de la SEPI y de la banca?
-Lo primero, liquidez y la disposición de las líneas de avales, porque van varios años sin ellos y son imprescindibles para contratar y para competir en este mercado. Todo esto genera una mezcla de responsabilidad y confianza, porque tenemos que aprovechar el dinero público, pero también nos da confianza haber conseguido ser empresa elegible (por el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas), saber que somos capaces de conseguir nuestros objetivos.
-La SEPI ya ha inyectado su ayuda, ¿cuándo llegará la del Principado?
-Ya está aprobada y está previsto que llegue antes de fin de año.
-¿Por qué se ha tardado tanto en lograr la segunda fase del rescate?
-Lo que percibimos es que este tipo de operaciones son complejas, se revisan todos los conceptos, la situación financiera y económica supera exámenes exhaustivos y esa revisión requiere su tiempo. Con la banca también fue una operación compleja tras los problemas del pasado. Todo el proceso fue muy detallado para ganar confianza poco a poco. Y luego surgen temas que hay que ir resolviendo, no solo relacionados con la situación de Duro Felguera, sino del sector, de la covid, dificultades añadidas que hubo que resolver y que nos llevaron a pedir prórrogas para resolver de forma mejorada el plan de viabilidad. Una parte es normal, de procesos que se llevan con profesionalidad, y otra fue para ir mejorando el plan, para que fuera superrobusto y no existiera ninguna duda de que esta compañía tiene un gran futuro y de que estamos en disposición de cumplir los compromisos.
-A la hora de contratar, ¿qué supone el respaldo estatal y el hecho de contar con dos consejeros de la SEPI?
-Además de contar con su experiencia, profesionalidad y dedicación, tener apoyo público y haber sido una empresa elegible permite generar confianza en los mercados y esa confianza es clave para lograr contratos.
-Sin embargo, la SEPI no entra en el capital de Duro...
-Ha aportado un préstamo ordinario de 20 millones de euros y otro participativo de 100 millones. La entrada de la SEPI está vinculada a la entrada de un inversor privado y existe el compromiso firme de incorporarlo. La SEPI tiene capacidad para entrar en el capital hasta 30 millones. La compañía está buscando optimizar la incorporación de ese inversor privado y contamos con varias empresas interesadas. Hay muchos avances. La clave es que la búsqueda sea óptima. Tenemos que acertar.
-¿Cuántos posibles inversores están ahora mismo interesados en Duro Felguera?
-Hay once empresas interesadas y cinco han firmado cláusulas de confidencialidad, aunque igual mañana la cifra es distinta. La confianza se está notando y cada vez hay más empresas interesadas en conocer nuestra situación. Hay un efecto llamada con esta nueva situación de Duro Felguera. Damos pasos firmes y avanzamos en la solución definitiva. Hemos pasado de tener poco donde elegir a poder elegir, pero lo más importante es hacerlo bien. De ahí que nos tomemos el tiempo necesario.
¿Qué se pide a ese posible inversor?
-Un plan de futuro con visión a largo plazo y alineado con nuestro plan estratégico; que genere liquidez y refuerzo patrominial, y, no es obligatorio, pero sí deseable, que genere sinergias con la compañía. Queremos que genere confianza en los mercados, evitamos el concepto especulación, y cualquier sinergia es doblemente valorada.
-¿Será solo uno o habrá más de un inversor?
-Ambas opciones son posibles. Nosotros tenemos un plan de viabilidad reforzado con un plan estratégico interno y queremos que vengan con un plan industrial para Duro Felguera alineado con el nuestro. No queremos un inversor a corto plazo, por eso el proceso es exhaustivo. Hay que dedicar el tiempo necesario.
-¿Podría perderse por el camino la asturianía de Duro?
-Duro es una empresa internacional, con mucha presencia nacional, y que siendo sistémica y estratégica, se siente asturiana. Y eso no lo va a perder Duro Felguera. Ser una empresa asturiana, española e internacional es clave y tiene que seguir siendo así.
-¿Qué ha cambiado con su llegada al cargo?
-El plan de viabilidad era un compromiso con el fondo gestor y con los bancos, pero hay aspectos ampliables. Dedicamos los primeros 100 días aquí a definir un plan estratégico más amplio y los siguientes 100 a hacerlo más participativo. Ahora que tenemos un plan estratégico definido lo comunicaremos a la plantilla este mismo mes, y hay que hacerlo propio, por eso hemos abierto un canal de sugerencias. El segundo objetivo es alinearlo bien con lo que queremos hacer y con cómo lo queremos hacer. Este proceso novedoso es diferencial para darle mayor riqueza con la aportación de todos y más compromiso. Además, tenemos que optimizar nuestra forma de trabajar, aprender de los errores, aprovechar la aptitud como una motivación extra. La combinación de método y personas es la clave del éxito.
-Confía en el futuro, pero quedan problemas de proyectos del pasado. ¿Cómo están las obras de Djelfa, Iernut...?
-Estoy contento de cómo van evolucionando los proyectos vivos. Y hay otros de los que se habla poco. En el de Barranco-Granadilla, en las Islas Canarias, nos ha felicitado Enel. A pesar de las dificultades con la covid, hemos llevado el proyecto al éxito. Otros son más grandes y hemos tenido más dificultades, pero en todos hemos buscado una solución. En Djelfa, en Argelia, tenemos a 300 personas trabajando, 80 asturianas. Lo hemos reactivado y estamos en estrecho contacto con Sonelgaz, que tiene interés en agilizar la finalización. Y Duro tiene el compromiso firme de acabar el proyecto. En Iernut, en Rumanía, y Jebel Ali, en Dubai, estamos en fase de renegociación para su reinicio con expectativas y el deseo de acabar, de dar el valor añadido que espera el cliente. Queremos ser reconocidos como una empresa que acaba con éxito los proyectos.
-Quedan también pendientes numerosos litigios por el mundo. Incluso se planteó vender los derechos de cobro a Fortress. ¿Se descarta esa opción?
-En la etapa actual, no vamos a vender a Fortress los litigios. Los vamos a gestionar internamente. Les vemos gran potencial y queremos usarlo para Duro Felguera. Veremos caso por caso. Estamos trabajando en los últimos meses con buenos resultados.
-En España también tienen en los juzgados abiertas dos causas importantes, la reclamación de Hacienda de 123 millones, derivada de la inspección del Impuesto sobre Sociedades de los ejercicios 2010 a 2012, y la de las presuntas mordidas a altos cargos chavistas. ¿Cómo pueden impactar en la actividad futura de Duro Felguera?
-Estamos muy tranquilos con estos temas. Estamos colaborando con la justicia y confiando en ella. Se han analizado a fondo estos riesgos, son evidentemente importantes, pero tenemos absoluta confianza en que la conclusión definitiva sea favorable para Duro Felguera.
-La plantilla lleva más de un lustro trabajando con incertidumbre sobre el futuro de su empleo. ¿Qué mensaje le gustaría trasladarle?
-Lo primero, agradecerles su resiliencia, porque no es fácil la situación que se ha vivido en Duro Felguera. La segunda, decirles que gracias a ellos hemos conseguido esta solución, que es tiempo para lograr la definitiva, que tiene que venir de nosotros. Lo mejor que tiene esta compañía es su equipo de personas, que son las que han aguantado. Nos toca demostrar quiénes somos y aprovechar la confianza de las entidades públicas y financieras para impulsar la compañía. Tenemos una plantilla altamente cualificada, comprometida, y ahora tenemos que dinamizar nuestra forma de trabajar para conseguir la solución definitiva, para contratar y ejecutar bien los proyectos. Estoy francamente orgulloso de dirigir esta empresa.
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