«Queremos que Ribera vea que la transición está destrozando Asturias»

Son numerosos y de muy diversa índole los mensajes que los asturianos quieren trasladar a Teresa Ribera en su primera visita a Asturias. Buena prueba de ello ha sido la concentración de representantes de distintos sectores que ha tenido lugar esta mañana ante el Palacio de Congresos de Oviedo para recibir a la ministra para la Transición Ecológica, que ha participado en la inauguración de la jornada 'Diálogo político anual. Iniciativa para las regiones del carbón en transición', organizada por la Comisión Europea y el Principado. Trabajadores de la minería, las térmicas y Saint-Gobain, ganaderos, ecologistas y hasta detractores del proyecto para la Ronda Norte se han reunido para trasladar sus preocupaciones a Ribera.

La falta de respuesta de la representante gubernamental no ha impedido que hicieran hincapié en sus reivindicaciones. En un recuerdo a la Huelgona, los trabajadores de la minería han sembrado el suelo de granos de maíz como los lanzaban las mujeres de los mineros en 1962 a los esquiroles. Un nutrido grupo de trabajadores de las subcontratas de Hunosa se han desplazado a la capital asturiana para reclamar su incorporación a la plantilla de la hullera pública. «La situación es de una incertidumbre terrible porque tenemos contrato hasta final de año, pero luego no sabemos si vamos a seguir trabajando o no», ha explicado Javier Díaz, delegado de CC OO en Sacyr. En la misma línea se ha manifestado Sergio Boto, delegado del SOMA-Fitag-UGT en Carbomec: Reivindicamos una transición justa para todos. Hacemos la misma labor que los trabajadores la empresa y por eso pedimos los mismos derechos y condiciones laborales que los de Hunosa«.

Una problemática, la de una transición energética acelerada, que afecta a buena parte de la economía asturiana. En este sentido, el secretario general de CC OO de Industria, Damián Manzano, ha señalado su intención de transmitir a Ribera «que vea la realidad de lo que está haciendo un proceso de transición absolutamente injusto, que está destrozando a las comarcas mineras y a toda Asturias, sin alternativa ninguna». Una realidad de la que el sindicato también quiere que sea consciente el presidente del Principado, Adrián Barbón, ya que «es esta y no otra que se trata de pintar de verde, pero que es muy negra».

Por su parte, el secretario general del SOMA-Fitag-UGT, José Luis Alperi, se ha referido al incumplimiento del acuerdo firmado en 2021 para que los cierres de las centrales térmicas llevarán aparejados planes de acompañamiento y proyectos alternativos para generar actividad y empleo, que ni Iberdrola ni Naturgy, propietarias de las instalaciones de Lada y Soto de la Barca, han presentado. «Las empresas energéticas campan a sus anchas, elevan los precios, hacen lo que quieren del mercado energético y mientras tanto los trabajadores y los territorios están condenados a no tener actividad industrial y el Gobierno lo permite», ha lamento. Así, ha instado al Ejecutivo central a «ser el garante» del cumplimiento de este pacto, así como del correspondiente a la minería, rubricado en 2018.

También han acudido a recibir a Ribera un grupo de trabajadores de Saint-Gobain, con el objetivo de «dar visibilidad al problema de deslocalización y falta de inversiones que hay en las fábricas de Avilés y Tarragona, que van a llevar a 42 y 51 despidos, respectivamente», según Luis Riobello, delegado del SOMA, quien ha instado a las autoridades a «apoyar abiertamente» a la plantilla para que sea «otra Alcoa».

No solo representantes de la industria se han concentrado ante el Palacio de Congresos. También ha sido notable la asistencia de ganaderos, pertenecientes a distintas asociaciones sectoriales, como Aseamo, cuyo presidente, Saturnino Rodríguez, ha señalado que «el campo tiene muchos problemas, pero el lobo es la puntilla para la ganadería en Asturias». Tras un año sin que se permitan realizar los controles a esta especie, «campan a sus anchas con toda tranquilidad, esperando a que soltemos el ganadero para matarlo». A su juicio, esta especie «no necesita protección para nada, porque con el plan que había en Asturias estaba aumentado la población».

Asimismo, ha habido defensores de las posturas ecologistas, como Marina Gros, de la red Gas no es Solución, que ha cargado contra la decisión del ministerio de dar luz verde a la regasificadora de El Musel, al considerar que «es innecesaria» dadas las características del mercado español. Hay que recordar que el objetivo de estas instalaciones es servir como almacén para reducir la dependencia energética del gas ruso.

También ha apelado a la conciencia ecologista de Ribera Flor Tejo, portavoz de la plataforma Hay alternativas a la Ronda Norte, que portaba consigo una carta para la titular de Transición Ecológica. «Queremos informar a la ministra del desastre medioambiental que puede ser la construcción de la Ronda Norte, que es un proyecto inasumible, inabarcable e innecesario. Por el tiempo, por el dinero y porque no se puede permitir que se destruya el monte Naranco».

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