Las profesiones de nueva creación proliferan en Asturias entre la IA, los datos y la sostenibilidad

«Todo lo que tenga que ver con la transformación digital, la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa y el 'compliance' (cumplimiento normativo) es algo que muy pocas empresas se planteaban hace diez años», explica José Ángel García, director de Carac Recursos Humanos. En ese escenario, uno de los perfiles más demandados por las organizaciones en Asturias, afirma, es el de 'data scientist', o científico de datos: «Se trata de especialistas en análisis y gestión de grandes volúmenes de datos, capaces de extraer 'insights' y tendencias para la toma de decisiones estratégicas».

Dentro de ese campo, otra de las posiciones a cubrir que ha surgido en el último lustro es la de desarrollador de inteligencia artificial y 'machine learning'. «En este caso, se trata de profesionales que crean y entrenan modelos de inteligencia artificial para aplicaciones diversas, desde asistentes virtuales hasta sistemas de recomendación», remarca García. En ese ámbito, Azucena Montes, consultora de talento de LHH en Asturias, reconoce que todo lo que engloba la inteligencia artificial «está aún por definir», pero sostiene que «va a ser un nicho de empleo importante en el futuro».

En un mundo hiperconectado, los riesgos asociados cada vez son mayores, por eso todas las empresas con cierta entidad cuentan con un especialista en ciberseguridad que protege sistemas, redes y datos contra ataques cibernéticos y asegura la privacidad de la información.

También cobran protagonismo los desarrolladores de 'blockchain'; es decir, programadores especializados en tecnologías de cadena de bloques –utilizadas en criptomonedas y aplicaciones de registro descentralizado–, y 'growth hackers', profesionales de marketing digital enfocados en el crecimiento rápido y escalable de 'startups' mediante estrategias creativas y analíticas. Las empresas, además, cada vez se preocupan más por optimizar la interacción del usuario con sus productos digitales, ya sea en sitios web o en aplicaciones móviles, por eso existe una figura de especialista en experiencia de usuario (UX) que se encarga de esas gestiones. Los ingenieros 'DevOps', por su parte, automatizan los procesos de desarrollo y operaciones para mejorar la eficiencia y calidad del 'software', y los técnicos en internet de las cosas (IoT) diseñan, implementan y gestionan dispositivos conectados que comunican datos en tiempo real.

Por otro lado, Azucena Montes incide también en la importancia y el crecimiento que está teniendo la robótica a raíz del diseño de prototipos: «Directores de proyectos tecnológicos, ingenieros de robótica, gerentes de robots... Es decir, administradores de toda la parte de ingeniería de robótica y tecnología», subraya.

«En lo relacionado con la energía limpia, ha habido un aumento muy importante; por ejemplo, un perfil muy demandado es el de desarrollador de proyectos, que se encarga de la evaluación de la viabilidad técnica, legal y financiera», explica Montes. Dentro de esa rama, continúa, en los últimos años ha emergido también la figura de los ingenieros de diseño, que «abordan todo lo concerniente a líneas de alta tensión y subvencionada»; y los ingenieros técnicos de venta consultiva, además de todos los perfiles dedicados a la investigación de almacenamiento de renovables. «Todo lo que tiene que ver con el almacenamiento en las baterías tuvo un 'boom' importante el año pasado», reconoce la experta en recursos humanos.

El del medioambiente, aunque es un sector más asentado que los puramente tecnológicos, también registra un repunte de nuevas profesiones. «El especialista en sostenibilidad y medioambiente desarrolla e implementa estrategias para reducir el impacto ambiental de las empresas y promover prácticas sostenibles», señala José Ángel García. Dentro de ese campo, las empresas también demandan especialistas en economía circular, que tienen como misión desarrollar estrategias que minimicen el desperdicio y maximicen la reutilización de recursos en los procesos productivos. En empresas e instituciones de gran tamaño, además, ha surgido la figura del experto en cambio climático, que se dedica a estudiar los efectos de este desafío para asesorar sobre cómo mitigar su impacto en el negocio y en la sociedad.

«Otro aspecto es el 'compliance', que es relativamente novedoso y ha ganado gran relevancia en los últimos años debido a la creciente complejidad regulatoria y a la necesidad de las empresas de asegurar el cumplimiento de normativas y estándares éticos», explica García. En esta rama, algunos roles específicos serían, por ejemplo, el de 'compliance officer' (oficial de cumplimiento), que se encarga de velar por que la empresa cumpla con todas las leyes, regulaciones y normativas internas y externas. También el de 'compliance auditor' (auditor de cumplimiento), que realiza auditorías internas para evaluar y mejorar los procesos de cumplimiento dentro de la empresa. Los gerentes de ética y cumplimiento o los analistas de riesgos y cumplimiento son también empleos de nuevo cuño.

Todos estos roles los reclaman, sobre todo, grandes empresas, aunque las pequeñas buscan sus fórmulas: «Por un lado, está la multinacional que tiene esos departamentos a nivel interno, pero también hay pymes que lo externalizan o contratan a gente 'freelance', porque estos perfiles se mueven en una banda salarial alta», concluye la consultora de talento de LHH en Asturias.