Secciones
Servicios
Destacamos
La industria asturiana sigue sin poner rumbo hacia la senda de la recuperación. Un camino jalonado de obstáculos de gran envergadura, como los elevados costes de la materias primas y los tipos de interés, a los que se suman los conflictos geopolíticos que dificultan ... el comercio internacional. De ahí que la producción del metal –pilar del sector en Asturias– de la región se haya estancado, como revelan los datos recogidos en el avance del informe de coyuntura económica del cuarto trimestre de 2023 realizado por Femetal en colaboración con el Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo. Una paralización que tiene efectos negativos en el empleo, que se contrajo casi un 7% de media el pasado año.
Así, el Indicador de Producción Industrial del Metal (Ipimet) elaborado por la patronal asturiana del sector, aumentó un 2,85% en el cuarto trimestre de 2023 respecto al mismo de 2022, tras descender consecutivamente en el segundo y tercer trimestre un 6% y un 3,35%, respectivamente. A este resultado positivo contribuyó la metalurgia (+5,62%), rama con mayor peso en número de trabajadores del metal, que había sufrido sucesivos descensos de actividad en el segundo y tercer trimestre; al igual que la fabricación de material y equipo eléctrico (+26,65%); la rama de fabricación de vehículos de motor, remolques y semirremolques (+11,96%) y la de fabricación de otro material de transporte (+10,86%).
A pesar de los buenos datos en la recta final del año anterior, «la media de producción industrial en el metal no experimentó ningún incremento respecto a la de 2022», que había cerrado con una disminución de la actividad del 4,94% en el cuarto trimestre y del 0,52% en la media anual. De hecho, solo la fabricación de maquinaria y la de vehículos de motor arrojaron cifras positivas medias, del 12,46% y 10,14%.
Esta pérdida de producción tuvo su traslación al empleo. El informe de coyuntura recoge los resultados de la Encuesta de Población Activa (EPA), que cifra el número de ocupados en el último trimestre en 25.200, lo que supone un aumento interanual del 9,09%. No obstante, tras sucesivas disminuciones en los tres primeros trimestres de 2023 (-5,76%, -22% y -5,3%, respectivamente), la media de empleo en el año disminuyó un 6,96% respecto a la de 2022. En concreto, el ejercicio anterior finalizó con un promedio de 25.400 trabajadores, mientras que en el precedente se elevaba hasta los 27.300.
Lejos está, por tanto, la ocupación en el metal asturiano de la alcanzada en el tercer trimestre de 2021, cuando se llegó a los 31.600 empleados, la cifra más alta de los últimos tres años. Parecía entonces que el sector se encaminaba hacia la recuperación tras el duro golpe que supuso, al igual que para el conjunto de la economía, la pandemia. Pero la guerra de Ucrania y la posterior crisis energética, junto con la escalada inflacionista y los problemas en las cadenas de suministro, truncaron el restablecimiento.
Si bien es cierto que el metal ha logrado sortear con bastante éxito las trabas asociadas al comercio exterior y se mantiene como el sostén de las exportaciones asturianas, ya que representaron el 61,83% del valor total, al sumar 3.887 millones de euros en 2023, con lo que anotaron un aumento interanual del 3,55%. La producción de plomo, zinc y estaño (1.188 millones de euros) encabeza la clasificación de productos exportados, seguida de la fabricación de productos básicos de hierro, acero y ferroaleaciones (972 millones) y la extracción de antracita y hulla (555 millones). Por países de destino, Alemania, Francia e Italia son los que más productos del metal asturiano adquirieron el pasado ejercicio.
Precisamente, los sindicatos mayoritarios y Femetal se encuentran en plena negociación del convenio colectivo, ya que el último expiró el pasado 31 de diciembre. CC OO de Industria y UGT-FICA abogan por mejorar los salarios –cuyas tablas se revisaron en enero con un alza del 9,05%– para evitar la pérdida de poder adquisitivo, avanzar en las cláusulas sociales y rebajar la jornada laboral. Asimismo, los sindicatos aspiran a conseguir la subrogación de los trabajadores de las diferentes actividades, impulsar la formación y facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar. Femetal, por su parte, pone sobre la mesa otro debate: el del absentismo, que cifra en un 10%.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.