El Principado espera que 2020 traiga «tranquilidad» tras el retroceso industrial

El titular de Industria hizo las declaraciones durante una visita a las instalaciones de la Corporación Alimentaria Peñasanta (CAPSA) a la que puso como ejemplo de «industria que ha apostado por la innovación, la calidad, la sostenibilidad y con proyección de futuro». Por su parte, el director general de la compañía, José Armando Tellado, subrayó que «aunque no somos electrointensivos, sí altos consumidores, por lo que tanto los costes energéticos como los derechos de emisión son relevantes para continuar siendo competitivos». A estas preocupaciones, Tellado -pensando en CAPSA- sumó « la volatilidad que presentan los mercados como consecuencia de tensiones geopolíticas».

El año arranca con la producción industrial asturiana en número rojos. Aunque ha abandonado el farolillo rojo donde se colocó tras la publicación del Índice de Producción Industrial (IPI) el pasado mes de enero, sigue en el vagón de cola. Es la segunda comunidad autónoma con mayor descenso interanual (-8%) tras Andalucía, y también la segunda peor en la media de 2019 (-4,2%). Los datos publicados ayer por el INE reflejan un recorte en todas las ramas industriales, excepto en los bienes de consumo no duradero -aquellos con una vida útil inferior a un año- que aumentaron un 0,5% respecto a diciembre de 2018. Aunque los malos datos asturianos han lastrado la media nacional, esta ha vuelto a los números verdes: aumentó un 0,6% de media durante 2019. Eso sí, el menor ritmo de los últimos seis años. Las cifras regionales eran esperadas tras un ejercicio en el que se agolparon las paradas en Alu Ibérica (exAlcoa), el 'horno B' de Arcelor en Gijón o gran parte de la acería de Avilés, y la escasa actividad de las centrales térmicas de carbón, entre otros.