Asturias encara un periodo trascendental. De aquí a fin de año habrá decisiones de calado que marcarán su futuro y se deberían confirmar algunos de los proyectos en los que la comunidad pretende basar su transformación económica. También está previsto que comiencen ciertas obras que ... pondrán las bases de su descarbonización, que se publiquen más convocatorias de ayudas a las que podrán concurrir las compañías e incluso que se conozcan nuevas adjudicaciones. Empresas como Arcelor o Duro Felguera se juegan mucho en poco tiempo, mientras que las térmicas, tanto las de EdP como la de La Pereda, de Hunosa, deben avanzar en su transición hacia una actividad sin carbón.
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Otras empresas como Ence, Cementos de Tudela Veguín o DuPont también cuentan con proyectos ambiciosos relacionados con sus consumos energéticos y su actividad, y en Windar siguen pendientes de poder crecer en Avilés. Mientras, la ZALIA y la zona de la ampliación de El Musel aguardan a que se definan sus primeros proyectos y en Bobes (Siero) se está a la espera de que Amazon mueva ficha, abra su centro logístico y lleguen más compañías. A la vez, grandes ingenierías y empresas de montaje trabajan a destajo gracias al 'boom' de las renovables, con el principal reto de la falta de profesionales.
Todo ello se producirá en «un escenario algo más complicado, con un crecimiento económico algo menor por los altos tipos de interés, la elevada inflación y la incertidumbre internacional», apunta María Calvo, presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade). Será un otoño decisivo que puede marcar un antes y un después.
Las plantas de Arcelor en Asturias se juegan su futuro en los próximos meses. La compañía, por un lado, debe iniciar las obras de la acería eléctrica, en lo que es la primera fase de su proyecto de descarbonización, pero sobre todo debe tomar la decisión definitiva sobre la planta de reducción directa del mineral de hierro (DRI): si sigue adelante con ella o la deja aparcada. Se trata de una inversión que ronda los 1.000 millones de euros, de los que 450 corresponderían a ayudas públicas. De momento, la empresa ha solicitado formalmente esos fondos y está a la espera de que el Gobierno dé una respuesta formal -en principio ya están aprobados por el Ejecutivo y cuentan con el plácet de la UE-, pero el comité de inversiones de Arcelor aún no ha dado su visto bueno a este gasto. Existen aún dudas sobre su viabilidad económica, dada la inestabilidad del precio de la electricidad, y también sobre los plazos que se exigen para la llegada del hidrógeno verde con el que se abastecerá en un futuro. El CEO del Clúster Asturias, Philippe Meyran, prevé que se puedan dar noticias antes de fin de año. Esta instalación está llamada a sustituir al horno alto 'A' y al sínter 'B', dos de los focos con más emisiones de las factorías asturianas. Las empresas siderúrgicas, entre ellas Arcelor, ya han advertido de que los hornos altos no tienen futuro en Europa. Sin la planta de DRI, las instalaciones de la región verían muy mermada su capacidad productiva y su competitividad.
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Todo esto, además, se tiene que decidir en un contexto complejo, en el que los sindicatos y la compañía negocian un nuevo expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), a la vez que deben abordar el convenio y, posteriormente, el plan social, que no se prevé fácil, ya que el proyecto de descarbonización plantea una reducción de plantilla importante, que podría rondar el millar de trabajadores, un 20%.
Duro Felguera se mantiene a la espera de que se pueda materializar el préstamo de 90 millones de euros que está previsto que aporten Prodi y Mota-Engil México en una operación que les convertirá en los accionistas principales del grupo. La compañía contaba con que todas las autorizaciones de los distintos organismos y administraciones llegaran en julio para que hubiera podido salir ya adelante. Sin embargo, el proceso, que es muy complejo, se está dilatando. Entre otras cuestiones, necesita la exención de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de presentar una oferta pública de adquisición (OPA) por parte de los inversores mexicanos. Fuentes de Duro aseguran que ya se están ultimando todas las autorizaciones. Esta misma semana se culminó la venta de su filial Epicom, tras traspasar a Indra y Oesía el 60% por 5,3 millones de euros. Era una condición del Gobierno para autorizar la entrada de los socios extranjeros.
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EdP debe comenzar las obras de sus térmicas de Aboño y Soto de Ribera en los próximos meses. La multinacional tiene como objetivo dejar de emplear carbón como muy tarde en 2025. «Son proyectos que van a suponer una punta de lanza en todo lo que es el hidrógeno», apuntó en este periódico la nueva consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí. En el caso de la planta de Aboño, se espera convertirla en el valle del hidrógeno de Asturias. Se mantendrá la valorización de los gases siderúrgicos de Arcelor, aunque la previsión es que estos disminuyan y se reduzcan a los del único horno que seguirá activo. El plan es lograr tener listos a finales de 2025 150 MW de potencia de electrólisis para producir hidrógeno destinado a un uso local, gracias a una inversión de 200 millones de euros más IVA, lo que incluye la puesta en marcha de un parque fotovoltaico. Y, si las condiciones del mercado son favorables, se espera contar con otros 350 MW a finales de 2030. En el caso de Soto de Ribera, además de mantener los dos ciclos combinados, que funcionan con gas natural, el grupo de carbón será sustituido por varias alternativas, hasta convertir esta central en la batería verde de Asturias, como la define EdP: se instalarán placas fotovoltaicas y una central minihidráulica mediante hidrotornillos, se generará hidrógeno y se instalarán distintos tipos de baterías. Estos proyectos ya cuentan con más de 36 millones en ayudas públicas.
Hay otra térmica en Asturias, la de La Pereda, de Hunosa. Se trabaja en su hibridación para que utilice biomasa. Además, la hullera pública tiene planes relacionados con el hidrógeno, mientras sigue explorando la captura de CO2 y el reaprovechamiento del agua de mina.
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Para los emplazamientos que ocupaban las térmicas de Lada y Tineo aún no hay alternativas claras. En el caso de la primera, Iberdrola se ha aliado con Exiom para recuperar la actividad en la factoría de Vesuvius, en Langreo. Allí se pondrá en marcha una factoría de paneles solares, aunque aún se esperan más proyectos que permitan compensar el cierre de la central. Para la de Soto de la Barca, sin embargo, Naturgy no ha puesto ningún plan sobre la mesa. De momento, se busca urbanizar la zona, evitar que los terrenos sean inundables y acondicionarlos para que se pueda asentar en ellos alguna iniciativa.
Más allá de la presencia de Arcelor en el PERTE de la descarbonización, la industria asturiana tendrá una importante presencia en él. Su comisionado especial, Luis Ángel Colunga, espera que, al menos, se presenten once iniciativas. La primera convocatoria saldrá en octubre y contará con 1.000 millones de euros: 500 en subvenciones y otros tantos para préstamos blandos. Además de este PERTE, hay otras convocatorias y se confía en que los fondos europeos por fin empiecen a fluir y a llegar a la economía real. Están a la espera de ellos sectores como el naval, con Gondán y Armón como referentes en Asturias, o el agroalimentario, con CAPSA o un proyecto liderado por TSK. Mientras, otras empresas cuentan con grandes iniciativas. Fertiberia planea construir una nueva planta de amoniaco verde, ligada a la llegada de hidrógeno renovable; DuPont avanza en su planta fotovoltaica de autoconsumo, explora la transformación de calderas para el uso de hidrógeno y también cómo cambiar el agua potable que emplea por otra que no compita con el consumo humano, y Ence sigue con su iniciativa 'Navia Excelente', que con una inversión de 105 millones pretende diversificar la producción de su factoría y hacerla más sostenible. Química del Nalón y Cementos de Tudela Veguín también cuentan con proyectos ligados a la eficiencia energética y la descarbonización. Mientras, la fábrica de armas de Trubia se prepara para afrontar el megacontrato de 394 blindados VAC (Vehículo de Apoyo al Combate) por 1.953 millones, la primera fase de un programa de armamento que asegura el trabajo en la factoría al menos hasta 2037 y que se espera que ejerza un potente efecto tractor sobre toda la actividad industrial en Asturias.
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Asturias aspira a captar grandes proyectos industriales en dos de sus espacios con más posibilidades: la ZALIA y la ampliación de El Musel. Son dos áreas que llevan años a la espera de ser ocupadas y que, en la actual coyuntura, pueden atraer iniciativas. Una de las empresas que ha visitado la Zona de Actividades Logísticas e Industriales es la china BYD, que busca emplazamiento en Europa para una fábrica de coches eléctricos. Incluso se barajó como posible opción para una fábrica de electrolizadores ligada al proyecto de HyDeal, con el que se prevé abastecer de hidrógeno producido en Castilla y León a Fertiberia y Arcelor. Mientras, en El Musel, se está a la espera de que sus suelos salgan a concurrencia pública. El proyecto más relevante hasta ahora es el que tienen Zima y Duro Felguera para construir piezas para la eólica marina. De momento, acumula gran retraso. Las empresas involucradas confiaban en que la pasada primavera hubieran comenzado los permisos y la contratación de la obra, en paralelo al proceso administrativo del puerto. Se calcula que esta iniciativa generará picos de entre 700 y 800 puestos de trabajo.
Fuera de estos dos emplazamientos, también se está pendiente del desbloqueo del proyecto de Amazon en Siero, que el centro logístico entre en funcionamiento y que el resto de parcelas del polígono de Bobes capten nuevos proyectos. Asimismo, se tiene que avanzar en la demolición de las baterías de cok de Avilés, que crearán otro espacio empresarial.
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Windar quiere crecer en Asturias y tiene margen para ello. A inicios de mes, el administrador concursal le adjudicó los activos de Alu Ibérica por 20 millones de euros. Sin embargo, antes de que se cierre esa operación, la empresa debe llegar a un acuerdo sobre la concesión de uso de los 150.000 metros cuadrados de suelo del puerto avilesino que ocupaba la aluminera. En eso están ambas partes. La Autoridad Portuaria espera tener cerrada la operación en mes y medio.
Es una pata importante de la economía regional. Las ingenierías y empresas de montaje se enfrentan a un 'boom' sin precedentes de actividad, impulsado por proyectos de renovables, pero también grandes obras, como las que se esperan en Arcelor, las térmicas o Ence. Y, sin embargo, falta mano de obra. El envejecimiento de los trabajadores y la falta de relevo provocan un auténtico problema en el sector, agravado ahora por una gran concentración de proyectos. El temor es desaprovechar este momento. Será un otoño de oportunidades, pero sobre todo de retos.
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