
Los 460 millones de euros procedentes de fondos europeos que el Gobierno central prometió a Arcelor para descarbonizar su planta de Gijón están cerca ... de llegar a manos de la siderúrgica, según la información que maneja el Principado. Así lo señaló ayer el vicepresidente asturiano, Juan Cofiño, quien recordó que solo «falta que el Gobierno dicte un real decreto, que es inminente, para darles formato legal desde la perspectiva española» a las ayudas autorizadas por la Comisión Europea. Por tanto, «ese camino quedará expedito en unos días», agregó. De hecho, calculó que, «seguramente», si no se aprueba en el Consejo de Ministros de hoy «será en el siguiente». En cualquier caso, recibirán luz verde en ese corto plazo de tiempo «y las ayudas estarán definitivamente consolidadas».
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«A partir de ahí, es la empresa la que tiene que tomar esta subvención», puntualizó Cofiño. Hay que recordar que Arcelor todavía no ha llevado el proyecto verde de Asturias al comité de inversiones, el organismo interno que debe autorizar la iniciativa, un compromiso que reclaman los sindicatos para asegurar que la planta de reducción directa de mineral de hierro (DRI) y el horno de arco eléctrico sean una realidad. El Principado confía en que ese trámite se salve y la descarbonización de la planta pueda acometerse con éxito. «Hay unos hitos temporales que cumplir y entendemos que la disposición de la familia Mittal y la siderúrgica es la de hacer uso de esas subvenciones que han costado mucho esfuerzo de mucha gente para que la realidad de la transformación de Arcelor sea una realidad más pronto que tarde», manifestó. Pese al accidente ocurrido en el horno alto 'A' el pasado miércoles, el Gobierno asturiano espera que dichas instalaciones «sean recuperables» y no cree que las inversiones «a corto, medio y largo plazo estén en ningún riesgo» por este siniestro, que ha dejado inutilizado el horno.
De hecho, Arcelor inició ayer la operación denominada salamandra, con el objetivo de vaciar el crisol del arrabio y la escoria que quedaban en su interior tras la explosión. Luego, habrá que esperar a que se enfríe por completo para acceder a su interior y comprobar la gravedad de la perforación. Cuando se constate que no hay ningún riesgo, los técnicos podrán comenzar a evaluar los daños. La multinacional, que estima que podrá tener alguna idea del alcance del problema en una o dos semanas, estudiará la viabilidad de reparar este equipamiento, pero dependerá del coste que tenga el arreglo.
Funcionar con un solo horno alto tendrá repercusiones evidentes tanto en la planta de Gijón como en la de Avilés, ya que no podrá abastecer arrabio suficiente para las dos acerías. Por ello, Arcelor plantea un ERTE por causas de fuerza mayor para 7.000 de sus trabajadores en España. Empresa y sindicatos tienen previsto reunirse el próximo viernes, día que expira la vigencia del actual expediente de regulación temporal de empleo, para intentar llegar a un punto en común y así no agitar las relaciones entre las partes afectadas.
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También las cámaras de comercio confían en que el accidente ocurrido en el horno alto 'A' no afecte al desarrollo de las inversiones previstas por Arcelor en Asturias. El vicepresidente de la Cámara de Comercio de Gijón, Pedro López Ferrer, señaló que, pese a la lógica preocupación surgida ante un incidente de estas características, están «tranquilos porque el compromiso de Arcelor y de Mittal con la región es fuerte». Así las cosas, las entidades camerales están «seguras de que esto va a quedar en lo que es, un accidente». En este sentido, considera que la opción más probable es que la siderúrgica «se vuelque en poder rentabilizar su instalación, estamos absolutamente convencidos». De hecho, es el mensaje que les ha trasladado el representante de la multinacional en el comité ejecutivo de la cámara, apuntó. Para López Ferrer, la apuesta de Arcelor por Asturias «y en este caso por la acería de Gijón es firme», por lo que las tres cámaras asturianas no tienen dudas de que el proyecto verde va a seguir adelante. «Está todo el mundo con mucha ilusión y Mittal también», añadió.
Una visión totalmente contraria tiene Vox, que considera que «el incendio de Arcelor va a acelerar los planes de cierre de la industria que ya tiene el Gobierno con la imposición de la Agenda 2030 y que Barbón sigue a pies juntillas», en palabras de la candidata del partido a presidir el Principado, Carolina López. Por ello, el grupo parlamentario de Vox en el Congreso registró ayer una batería de preguntas «para esclarecer las intenciones del Gobierno para la siderurgia asturiana y el impacto de los cierres industriales que se están produciendo» en la región.
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