La presión sobre el alquiler de vivienda en Asturias se ha triplicado en los últimos tres años

Esto se debe, en gran parte, a la pronunciada caída de la oferta registrada en los últimos años. En 2021, las viviendas en alquiler disponibles en Asturias alcanzaban las 28.876, mientras que a cierre de 2023 se registraron 22.030, lo que supone un desplome del 23,7%. Esto implica que una de cada cuatro desapareció del mercado en tan sólo dos años.

El barómetro establece una clasificación dividida en cinco segmentos que diferencia entre zonas de presión normal (1-15 contactos), en riesgo (15-30), elevada (30-45), alta (45-60) y muy alta (60-75 y más). La escalada de la presión en los últimos años catapulta al Principado hasta situarlo como zona «en riesgo», aunque todavía se ubica por debajo de la media nacional, con una presión «alta» al registrar un promedio de 50 contactos durante el primer trimestre del año. Este indicador es especialmente elevado en provincias como Islas Baleares (142), Santa Cruz de Tenerife (104) o Barcelona (101), donde las cifras alertan de una situación «muy preocupante». En medio de los casos más extremos, se muestran otras provincias en niveles considerados «normales», como Granada (11), Murcia (14) o La Coruña (14).

El informe advierte de que «el acceso a la vivienda es un problema que cada vez preocupa más entre la sociedad española» y señala que el desequilibrio entre la demanda y una oferta «que se ha reducido sustancialmente en los últimos años como consecuencia de la incertidumbre jurídica», empuja los precios al alza y expulsa a muchas personas del mercado. Sin embargo, reconoce que se trata de «un problema muy heterogéneo, que no afecta a todos los territorios por igual». Según se desprende del barómetro, la mayoría de provincias se encuentran en el rango de presión normal, lo que demuestra que en gran parte de España la relación entre la oferta y la demanda está equilibrada.

El análisis explica que «son precisamente las provincias más pobladas y aquellas donde el turismo ejerce una mayor tensión donde se registran las presiones más descompensadas». Lugares como Barcelona, Baleares o Tenerife se enfrentan a una situación muy complicada, con una oferta muy reducida que no es capaz de absorber el volumen de demanda, lo que «hace muy difícil el acceso a una vivienda para muchas familias», concluye el barómetro.