
José Manuel Ferreira, empresario y candidato a la presidencia
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José Manuel Ferreira, empresario y candidato a la presidencia
José Manuel Ferreira (Vigo, 1959) no nació en Asturias, pero lleva toda su vida residiendo en el Principado, una región en la que ha desarrollado ... importantes proyectos. Uno de ellos, la recuperación de El Vasco, en Oviedo, es su favorito y también la razón por la que fue distinguido como 'Ovetense del Año 2023'. En las últimas semanas ha decidido dar un paso más y optar a la presidencia de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade) en las elecciones que se celebrarán en el próximo mes de abril.
–El pasado viernes emitió un comunicado en el que acusa a la actual presidenta de Fade, María Calvo, de vulnerar los estatutos. ¿Qué está pasando?
–Nos obligan a hacer una campaña cargada de obstáculos. Es una lástima, porque a nosotros nos hubiera encantado desde el principio haber hecho un proyecto de campaña pensando en el futuro, en la Fade que queremos construir los próximos cuatro años, pero lamentablemente y en contra de nuestros gustos e intereses, tenemos que estar todos los días frenando un intento de alterar las reglas del juego de este proceso electoral. El resumen es ganar a cualquier precio o ganar convenciendo. Ese es el dilema al que se tienen que enfrentar los empresarios, es su decisión.
–Hace unas semanas ya calificó el adelanto electoral como un «movimiento táctico».
–Sí, son maniobras de tacticismo que hemos venido padeciendo desde ya antes del inicio del proceso electoral. Una persona que tiene mucha relación en el ámbito empresarial me llamó para informarme de que varios empresarios le habían dicho que ya se estaba haciendo campaña de recogida de votos cuando no había empezado el proceso. Creo que quedó claro cómo se hizo el comité ejecutivo en Femetal, o en la CAC, en condiciones que nosotros entendemos que son manifiestamente irregulares.
–¿Ese adelanto electoral se hizo para que no hubiera tiempo a armar una candidatura?
–Creo que no hace falta ser excesivamente astuto para creer que sí. Ha sido un adelanto que no tenía ninguna justificación y, además, hicieron el proceso tratando de acortar todos los plazos para que hubiera la mínima capacidad de respuesta. Pero ni con esas. Estamos supercontentos de cómo estamos trabajando. Hay que convencer a los empresarios.
–¿Cuáles son las motivaciones para optar a la presidencia de Fade?
–Una de ellas esta, precisamente ver cómo las instituciones han sido ocupadas por un tejido burocrático extraño que no entendemos demasiado bien y que no está haciendo el trabajo que creemos que se debe hacer en favor de la economía y de las empresas de Asturias. Estamos ante una Fade desfasada, inmovilista, pasiva y que va a remolque. Frente a eso, nosotros proponemos una Fade ilusionante, proactiva, que tome las riendas y la iniciativa, que permita que las empresas crezcan y que se muevan con dinamismo, porque además no es inteligente ser complaciente ante un futuro desafiante como el que estamos ahora viviendo.
–¿En qué consistiría esa «Fade ilusionante» de la que habla?
–Tenemos un programa muy amplio que hemos venido elaborando hace tiempo. Desde hace dos años he estado trabajando en un plan que se llama 'Engrandecer Asturias', que tiene un objetivo muy claro que consiste en 50.000 nuevos empleos e incrementar el PIB en un 15% y subir la tasa de actividad, que es la más baja de España. Pero también hay otras cuestiones. La concertación social no puede seguir siendo un instrumento de propaganda política a favor del Gobierno regional. Hay que hacerles sudar más la camiseta. Con nosotros no habrá concertación mientras paguemos más impuestos que nuestros vecinos. La competitividad fiscal es ineludible y esa reducción ha de salir de la mayor eficiencia en el gasto público, donde hay un amplio margen de mejora.
–Dos de las federaciones más grandes de Fade, como Femetal y CAC-Asprocon, ya se han posicionado a favor de la candidatura de María Calvo. ¿Con qué apoyos cuenta?
–Ha quedado perfectamente demostrado y acreditado que Femetal hizo una reunión de su comité ejecutivo mucho antes del inicio del proceso electoral. Hizo la convocatoria el mismo día o el día siguiente al que María Calvo había anunciado públicamente que no tocaba hablar de elecciones. Yo creo que poco más hay que aportar a eso. Me consta, porque tenemos relación con muchísimas empresas del sector de metal, que hay un disgusto monumental, que creen que les han engañado. Respecto a los apoyos de esta candidatura, muy pronto se sabrán y es algo que va a sorprender, porque son tantos, de tanta calidad y con una carga emocional tan intensa detrás, que nos impulsan a hacer este cambio.
–¿Cómo ve Asturias? ¿Está bien posicionada para los próximos años?
–En esencia, tenemos una economía que aparenta ir bien, con buen consumo, con unos servicios básicos que funcionan bien, con una calidad de vida alta y un coste de la vida bajo, que es uno de los mejores argumentos que tenemos para atraer nuevas inversiones y nuevo talento, pero las estructuras profundas de esa economía son débiles. Nuestro proyecto para Asturias es, precisamente, hacer más dinámica la economía para mejorar las condiciones de vida de los asturianos. Y eso solamente se puede hacer a través de las empresas.
–¿Y cómo se puede conseguir?
–Va a haber un período que, creemos, durará entre tres y cinco años, en el que como consecuencia de los cambios políticos y tecnológicos que está habiendo se darán circunstancias muy favorables para la atracción de empresas. No debemos perder esa oportunidad. La economía asturiana tiene que salir a pescar. Si no conseguimos en ese tiempo reindustrializar Asturias y atraer cuantas más inversiones mejor, después entiendo que, como suele ocurrir, se iniciará un largo período en el que será mucho más difícil hacerlo. Ahora tenemos esa gran oportunidad. Por eso es tan importante este momento para Fade y por eso es algo que no podemos obviar.
–Uno de los proyectos clave para Asturias es el de la planta de DRI de Arcelor, que se encuentra paralizado junto al resto de proyectos europeos de la multinacional. ¿Hay margen para convencer a la multinacional?
–Absolutamente. Estamos convencidos de que Arcelor debe tener las mejores condiciones para trabajar en Asturias. Por fin, Europa cayó del guindo. Llevamos un montón de años haciendo un tipo de política para un cuento de hadas que parece que ilusionaba mucho, pero ahora hemos visto en muy pocos días cómo el mundo ha girado. Europa tiene unas regulaciones y unos objetivos que son difíciles de alcanzar si el resto del mundo no se alinea con nosotros. Se están produciendo giros de guion muy importantes y, en esos giros, veo perfectamente encajar el proyecto de Arcelor para Asturias, que para mí es estratégico. Desde luego, Arcelor puede contar con nuestro apoyo inquebrantable. Vamos a sudar la camiseta para que Arcelor tenga una siderurgia integral en Asturias.
–¿Y la situación de Duro Felguera?
–Las ingenierías están en un momento crítico. Hay que hacer un esfuerzo adicional no por continuar alargando su situación, sino por buscarles los elementos de transformación que permitan hacerlas viables en el futuro. Hay que transformar y reformar. Duro Felguera parece que empieza a encontrar algunas vías a través de la defensa. Hay oportunidades para las ingenierías, pero hay que adaptarlas al nuevo escenario
–La recuperación del Vasco lo impulsó como 'Ovetense del año 2023'. ¿Cuál es el impacto de esa obra?
–Estoy satisfecho y orgulloso, porque fue muy complejo. Había que resolver infinidad de problemas en una época además especialmente compleja, porque coincidió incluso con la pandemia y era un proyecto paralizado desde hacía más de 10 años. Aquí lo llamábamos el agujero negro de Oviedo. Hoy, es un espacio lleno de vida, de actividades diversas y que se complementan, con más de mil puestos de trabajo, con interacciones sociales por miles todos los días y con un espacio residencial magnífico, que da una imagen de satisfacción y orgullo a los ovetenses.
–¿Qué le parece el proyecto de Costco en Siero al que se oponen los comerciantes asturianos?
–En cualquier otro lugar que no fuera el polígono de Bobes, ahora mismo podría estar implantada perfectamente. No hay ningún impedimento legal que yo conozca ni entienda. La cuestión es que hay que resolver un problema urbanístico previo, pero no veo ninguna dificultad ni el motivo de que se genere esa polémica innecesaria. Un proyecto de esa naturaleza necesita un ámbito comercial muy superior a los compradores que tiene Asturias. ¿Cuál es la mejor solución? Sin duda, prefiero que esté aquí, pero soy comprador del comercio tradicional. Todos lo sábados me veréis por el Fontán, porque soy un disfrutón del pequeño comercio, al que hemos dedicado infinidad de recursos y seguiremos haciéndolo.
–¿En qué punto está La Vega?
–En un momento óptimo, ¿no? Yo creo que en breve veremos cómo empieza a transformarse en una realidad uno de los proyectos con más potencial para el futuro de Oviedo y de Asturias. También un gran éxito del equipo de gobierno de la capital. La Vega será un polo de atracción y de especialización, un faro metropolitano.
–Europa se rearma y parece que puede suponer oportunidades para la región. ¿Asturias está preparada para captar grandes inversiones?
–Es la consecuencia de un buen trabajo hecho a través de la Consejería de Innovación y de la Agencia Sekuens en el que, por cierto, la Cámara de Comercio de Oviedo ha colaborado intensamente en estos dos últimos años a través del 'hub' de defensa. No es casualidad, es trabajo bien hecho y es oportunidades y es una tradición que tiene Asturias también, es verdad, en materia de defensa. Hoy, afortunadamente, el Gobierno está plenamente alineado con esa industria, va a generar cientos de empleos tecnológicos, miles de empleos industriales y es una de las grandes oportunidades para el crecimiento futuro de la economía que, a su vez, va a hacer crecer a otras empresas para las que van a tener que colaborar.
–Parece que también están llegando a Asturias proyectos relacionados con el ámbito educativo, como la Universidad Alfonso X al Calatrava, una negociación en la que usted ha participado, pero también hay planes similares para Avilés y Gijón. ¿Es otro sector donde hay que poner el foco?
–Efectivamente, sí, he participado activamente desde hace dos años. Lo primero fue alinear un interés que parecía que nadie quería entender, que es que el Calatrava era un problema y había que gestionarlo de manera adecuada. El Ayuntamiento de Oviedo, que ha demostrado una capacidad de hacer política económica extraordinaria, entendió muy bien este movimiento y hoy tenemos la posibilidad de tener un barrio de El Cristo que desde hace años estaba pauperizado desde que se trasladó el hospital, volver a verlo revitalizar. Están los comercios y los bares celebrando esta noticia con mucha alegría. Ahí van a ocurrir muchas cosas. Ese centro Calatrava es también la consecuencia de que cuando se presentan las oportunidades, si estás preparado, llega la suerte.
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