

Secciones
Servicios
Destacamos
MIRIAM SUÁREZ
GIJÓN.
Jueves, 5 de octubre 2023, 01:25
En una de las últimas ocasiones en las que Nieves Roqueñí y Carlos Alba coincidieron, él estaba estudiando el comportamiento de las hormigas para ... tratar de encontrar el mejor modo de clasificar chapas de acero. Ayer, volvieron a verse. Ella, como consejera de Industria del Principado; Alba, como responsable mundial de ArcelorMittal en Inteligencia Artificial (IA) e Ingeniero del Año por su 'Gran Trayectoria Profesional'. Premio que recibía en la Biblioteca Central de la Universidad de Oviedo junto a Juan Martínez Baragaño, distinguido en la categoría de 'Proyección de futuro'.
«El acero ha sido y es un material tremendamente democrático», puso en valor Carlos Alba, refiriéndose a los muchos usos que tiene, desde la automoción al almacenamiento de energía. «Todavía existe la idea de que el acero es algo viejuno y burdo. Pero se producen 1.900 millones de toneladas en el mundo y la mayoría se ve a través de un microscopio», prosiguió en su descripción de un nuevo paradigma de siderurgia «con tremendo impacto internacional» y la innovación por bandera. Un ejemplo: «Ahora se está trabajando en un polvo metálico como materia prima para la impresión 3D».
En el último mes, Alba, ingeniero informático, de 47 años, ha pisado seis países. De su amplia experiencia internacional, extrae una enseñanza que ayer compartió con quienes acudieron a la entrega de los Premios Ingeniero del Año, que cumplen su décima edición promovidos por la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón de la Universidad de Oviedo, la Fundación Caja Rural y SacyrProyecta para distinguir la «excelencia técnica» y «gran talento» de los profesionales asturianos.. «Los casos de éxito se caracterizan por haber encontrado un objetivo común. Es importante que encontremos objetivos comunes para Asturias», trasladó.
Juan Martínez Baragaño, ingeniero industrial, de 40 años, también rompió una lanza a favor de Asturias: «Aquí también se están haciendo cosas y hay que ponerlo en valor». Él, concretamente, creó Sacema, una empresa de cepillos industriales que conjuga la capacidad de emprendimiento y una apuesta por la digitalización que «nos ha permitido desarrollar un producto propio que marca la diferencia a la hora de resolver problemas en diferentes partes del mundo». Según Martínez Baragaño, «nadie dijo que innovar fuera fácil, pero lo que no hagamos nosotros, lo harán otros».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.