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Cartel con los precios en una gasolinera de Gijón. J. C. TUERO

Los precios de la energía y el combustible ponen en jaque a las empresas asturianas

La escalada de costes impacta en todos los sectores y obliga a mantener la participación de las centrales térmicas en el 'mix' energético

P. LAMADRID

GIJÓN.

Martes, 8 de marzo 2022, 01:04

La escalada de precios de la energía y los combustibles no se detiene. Y son ya muchos los meses de récords que se rompen casi a diario. Unos costes que son inasumibles para las empresas asturianas, que han visto frenada su recuperación por este ... motivo. El impacto es más que evidente en el caso de las electrointensivas, para las que la factura eléctrica supone, como mínimo, el 40% de sus costes generales. Es el caso de Asturiana de Zinc, que ya decidió el pasado mes de septiembre reorganizar su producción para desplazar parte a las horas con los precios más baratos.

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También Arcelor ha tomado medidas por la desorbitada subida de la energía. No en Asturias, pero sí en Sestao, donde la acería acaba de arrancar tras llevar casi tres meses parada, ya que no se reactivó a principios de enero -tras realizar una parada para su mantenimiento- por los elevados costes eléctricos. Pero las abultadas tarifas no solo afectan a las electrointensivas. Otras grandes empresas de la región ya han dado la voz de alarma por esta onerosa carga, como la compañía minera Orovalle y DuPont. También las pymes tienen enormes dificultades para cuadrar las cuentas con estos gastos. Así lo destaca la Asociación de Industrias Cárnicas de Asturias (Asincar), que agrupa a 92 empresas, que ha manifiestado su preocupación porque la escalada de precios pone en riesgo la actividad y reclama medidas inminentes para reducir el impacto.

Otros negocios como las peluquerías y las panaderías también han visto multiplicarse su factura de la luz de manera estratosférica. Asimismo, el sector agroalimentario se declara «totalmente indefenso» ante la subida imparable de las tarifas. En este sentido, Asaja Asturias expone la imposibilidad de trasladar esos incrementos al precio del litro de leche. Por su parte, CAC-Asprocon advierte de la situación límite en la que se encuentran muchas obras, ya que el encarecimiento de la electricidad repercute en el precio de materiales y se añade al alza de las materias primas que se registra desde hace meses.

No solo la subida de los costes de la electricidad golpea a las empresas. También se han disparado los precios de los combustibles. Este aumento afecta directamente al transporte, cuyas patronales desconvocaron una huelga nacional in extremis días antes de la pasada Navidad ante la falta de respuesta por parte del Gobierno a sus reclamaciones. Según los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica, el litro de gasolina 95 cuesta 1,74 euros; el de gasolina 98, 1,89; y el gasóleo, 1,65 euros.

Ante esta situación, la central térmica de Soto de Ribera, para la que EdP ya ha solicitado el permiso de cierre, sigue activa y participa en el 'mix' enegético. Al igual que Aboño, a la que todavía le quedan tres años de vida.

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El impacto de la guerra volvió a dejarse sentir ayer en la Bolsa, que registró una de las jornadas más volátiles de los últimos meses. El cierre del Ibex-35, situado en los 7.644 puntos tras caer finalmente un 0,99%, no refleja todo el miedo que vivieron los mercados en las primeras horas.

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