Planas acelera su encuentro con los agricultores para evitar el bloqueo que amenaza a Europa

El titular de Agricultura ha querido atender «con celeridad» la solicitud de reunión que las organizaciones agrícolas (Asaja, COAG y UPA) le pidieron este mismo miércoles. Apenas 48 horas después se sentarán en la misma mesa con perspetiva de «escucha, diálogo y trabajo por el sector», según anticipan fuentes ministeriales. «Como siempre ha hecho el ministro, va a escucharle», indican esas fuentes.

De hecho, todas las partes se conocen bien las caras desde hace años. Hace menos de un mes que Planas ya mantuvo un encuentro con estas organizaciones para presentarles las prioridades de esta legistlatura en materia agraria. El ministro también anticipó en el Congreso el mantenimiento de algunas medidas fiscales, así como la agilización de todos los procesos por los que se quejan los trabajadores y empresarios del campo.

Porque buena parte de todos esos anuncios ya están descontados por los agricultores. Los han digerido. Pero insisten en denunciar la situación que vive el campo, mirándose en el espejo de los franceses, donde las protestas están paralizando una parte de la actividad económica y afectando directamente a muchos transportistas españoles, que ven cómo sus cargas de frutas, verduras y vino están siendo derramadas en las autovías del país vecino.

Planas ya había anticipado durante su comparecencia en la Cámara baja su intención de mantener la devolución del impuesto especial del gasóleo agrícola esta legislatura. Ayer mismo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insistió en esta idea al recordar que el Ejecutivo ha habilitado 4.000 millones de euros, en medidas fiscales, laborales, sociales o de seguros. Además, respondió a las críticas de la exministra francesa, Ségolène Royal, a la calidad del tomate español. Sánchez la invitó para comprobar que «el tomate español es imbatible».

Además, Planas abordará hoy otra de las cuestiones más espinosas para los agricultores:las trabas a las que tienen que hacer frente en su día a día para gestionar sus terrenos, producciones y transporte de sus productos. El ministro les insistirá en que trabajará para simplificar todos esos trámites.

También está pendiente el desarrollo de la normativa que grava los envases de plástico. Se trata de una ley en la que interviene el Ministerio de Transición Ecológica y cuya puesta en marcha depende de ese departamento. Las exigencias medioambientales son precisamente otra de las mechas que han encendido las protestas galas y europeas.

La foto en la que unos agricultores cuelan una vaca en el Consejo Europeo en 1971 permanece en el imaginario colectivo de Bruselas; y desde ayer también se recordará el día en el que 1.300 tractores bloquearon la ciudad. Agricultores llegados desde distintos puntos de Europa acudieron a la capital belga para demandar más apoyos para el campo y protestar por los altos costes a los que deben hacer frente para cumplir los objetivos climáticos y de sostenibilidad.

Desde primera hora de la mañana, las sirenas y los pitidos de los tractores han llenado la ciudad, cortando una de las principales arterias y concentrándose en la Plaza de Luxemburgo, frente al Parlamento Europeo. Belgas, franceses, holandeses, portugueses, italianos y españoles protagonizaron enfrentamientos con la policía, prendieron hogueras y lanzaron huevos y petardos contra los agentes, que respondieron con gases lacrimógenos.

En el caso de Francia, a última hora de la tarde, los agricultores decidieron levantar el bloqueo que mantenían en las principales autopistas galas tras conseguir el compromiso del Elíseo para congelar la normativa sobre pesticidas y apostar por «la soberanía alimentaria» del país.