La patronal y el Principado coinciden en la necesidad de reformular la Formación Profesional

Las referencias a la relación entre formación y necesidades empresariales fueron constantes durante la clausura de la asamblea de Femetal, celebrada ayer en el Club de Regatas de Gijón. El presidente de la asociación asturiana que agrupa a las empresas del metal, Guillermo Ulacia, señaló que desde Femetal se ha trabajado intensamente para resolver el problema y que la colaboración a través de la red de socios de la Formación Profesional se espera que dé sus frutos. «Estamos progresando, aunque aún es insuficiente para el corto plazo», señaló Ulacia.

El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, se sumó a la clausura de la asamblea, aunque lo hizo de forma telemática. El líder de la patronal española definió el metal como un «sector clave en la recuperación» y señaló que su entidad «trabaja» junto con el Ministerio de Educación para resolver el problema de la falta de adecuación de la formación a las necesidades de las empresas.

También el presidente de Fade, Belarmino Feito, insistió sobre este asunto, aunque lo hizo en forma de «deseo». En el que, según explicó, fue su último acto como cabeza visible de la patronal asturiana, Feito reclamó una solución para «un problema que llevo denunciando veinte años». Incluso el presidente del Principado, Adrián Barbón, encargado de cerrar la asamblea, reconoció la necesidad de «esforzarnos en adecuar la preparación a la demanda». Se refería el jefe del Ejecutivo regional a «la Universidad y, en especial, a la Formación Profesional (FP). Hay que elevar el prestigio de la FP, mejorar su relación con la Universidad y renovar continuamente su catálogo de títulos. En todas esas metas, la implicación empresarial es imprescindible», afirmó.

La clausura de la asamblea de Femetal sirvió para echar la vista atrás, pero también para definir presente y futuro. Guillermo Ulacia fue muy claro en sus planteamientos: «Es el momento de pasar de las palabras a los hechos». Tras muchos años de trabajo identificando potencialidades, debilidades y tendencias, trabajando sobre las conclusiones, viendo e incorporándose a lo que se hace en otros territorios, el presidente de Femetal insistió en la necesidad de abordar ya un «cambio sistémico» del sector que asegure el futuro. Y aquí es donde entran en juego variables que pueden suponer una transformación en profundidad de la actividad. Con los retos de la descarbonización y la digitalización de las empresas llamando a la puerta, Ulacia defendió un nuevo paradigma en el que se incorpore el conocimiento como herramienta transformadora fundamental. «Debe haber un equilibrio entre el saber, el hacer y el comercializar, con una mayor capacidad de diseño, de ingeniería», afirmó. En su opinión, si el sector quiere crecer durante los próximos años, será imprescindible la incorporación de empresas de servicios de conocimiento que, trabajando codo a codo con las de fabricación, transformen los procesos de toda la cadena de producción, sumando valor añadido e incorporando trabajadores cualificados. Guillermo Ulacia invitó además a las empresas a «pensar en grande» e «identificar las cadenas de valor globales» a las que se pueden sumar las firmas asturianas.