Paran las térmicas de carbón de La Pereda y Soto y Arcelor amplía el cierre de talleres

A estas empresas se unió ayer Hunosa, que se ha visto obligada a parar la térmica de La Pereda, en Mieres, ante la falta de caliza, uno de los componentes de la mezcla que se emplea para quemar el carbón. La hullera ya empezó a plantearse detener la producción en la central el pasado domingo ante la escasez de este insumo. La plantilla, formada por alrededor de 70 trabajadores, se dedicará a labores de mantenimiento. Además, EdP ha detenido el grupo 3 de la térmica de Soto de Ribera -mantiene los dos ciclos combinados- ante sus escasas reservas de carbón. La compañía eléctrica ha decidido detener la actividad para que ese combustible quede como respaldo, por si se diera cualquier eventualidad en la central de Aboño, según explicaron fuentes de EdP. Esta última funciona sin problema alguno, ya que el combustible le llega por ferrocarril desde El Musel.

Por otro lado, Arcelor anunció que alarga la parada de alambrón iniciada el lunes. La instalación estará inactiva tres días más de lo previsto por el paro del transporte, hasta el 28 de marzo. Hoy se detiene también la actividad en la acería de Gijón y en el tren de carril, que se suman a las de laminacion en frío y hojalata. Con ello, alrededor de 1.500 trabajadores estarán afectados. La noticia que supone un cierto respiro para la dirección asturiana de la multinacional es la de la suspensión de los paros convocados por CC OO y CSI desde principios de febrero, tras consultar a la plantilla y comprometerse la empresa a abrir la negociación del acuerdo marco.

Además, Trefilería de Moreda inició ayer la parada paulatina de sus instalaciones por la falta de alambrón, nitrógeno o cal, entre otras materias primas. El ERTE de urgencia acordado el martes alcanzará a 206 de sus 243 empleados. La medida afectará también a un centenar de trabajadores de ETT y a 70 de subcontratas. La situación se extiende por toda España, Saint Gobain, con planta en Avilés, para la producción en Cantabria.

La mayoría de compañías está tirando de permisos, vacaciones y otros mecanismos de flexibilidad que puedan tener antes de recurrir a los ERTE, ya que temen que su tramitación se alargue más en el tiempo que el paro del transporte. Es el caso de El Gaitero, que entre hoy y mañana se quedará sin botellas y tendrá que dejar de producir. Además, tampoco puede abastecer a sus clientes. Se ha pactado con el personal afectado que coja vacaciones.

Es en el sector de la alimentación, por trabajar con productos perecederos, en el que hay más urgencias. Las empresas lácteas deciden prácticamente al día si pueden recoger o no la leche. De momento, lo están haciendo. Incluso Danone, que avisó el martes de que ya no podría hacerlo. Tiene dificultades, pero ayer recogió la leche para su factoría de Salas. CAPSA lo hará también hoy, aunque está «al límite». En cárnicas como O. Villa se acumulan los pedidos sin servir y no llega materia prima. La situación es desesperante, aseguran.

Las escoltas a los convoyes resultan insuficientes y, en muchos casos, las empresas ni siquiera encuentran camiones disponibles. Desde el inicio de la huelga se han realizado 640 operaciones de este tipo, han sido identificadas 442 personas y ha habido seis detenciones. Ayer mismo, a primera hora de la mañana, se retiraron clavos en el acceso al centro logístico de Alimerka, aparecieron varios vehículos con las ruedas pinchadas en Siero y Carreño y otro sufrió la rotura de la luna tras recibir una pedrada mientras circulaba por la AS-I, en concreto en el kilómetro 23 en sentido Gijón. No hubo que lamentar daños personales. Además, durante la jornada una empresa denunció daños en 48 ruedas y otra de transportes, pinchazos en cinco de sus diez camiones.