¿Con qué electrodomésticos merece la pena cambiar el horario de uso con la nueva tarifa eléctrica?

Los aparatos que más consumen en el hogar son los electrodomésticos, siendo el frigorífico el que más gasta. El motivo es bien sencillo. Este equipamiento permanece encendido a todas horas y acabo representando casi un tercio de la electricidad que se consume en la vivienda, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía.

Le siguen a continuación la televisión y la lavadora, con un gasto del 12,2% y el 11,8%, respectivamente. Otros elementos cotidianos, que también implican un gasto aunque muy inferior respecto a estos, son la batidora, la tostadora o la plancha. La explicación es que pasan muy poco tiempo encendidos.

La nueva tarifa eléctrica se estructura básicamente en tres tramos. Por un lado, las horas puntas, que son las más caras; las horas llanas, con un gasto intermedio; y las horas valle, las más económicas. Para conseguir ese ansiado ahorro en nuestra factura hay que procura derivar la mayoría de nuestras acciones a estos tramos más baratos, entre los que se encuentran los fines de semana y los festivos. Sin embargo, esto no resulta tan sencillo. Básicamente porque no es posible desenfuchar la nevera, la vitrocerámica o el ordenador, y la mayoría de aparatos que se encienden es porque se van a utilizar en un momento determinado, no cuando las tarifas sean más económicas.

Los principales electrodomésticos que podemos desplazar a las horas valle son la lavadora y el lavavajillas, aunque en el caso de este último aparato también habría que reparar en el gasto que implica tenerlo en modo standby.

Por lo general, el horario de uso del lavavajillas en los hogares españoles es de 14 a 16 horas, y de 21 a 23 horas, mientras que el de la lavadora es en los días no laborables en turno de mañana, sin descuidar ciertos picos durante la semana a las 10, 16 y 19 horas. Algunos electrodomésticos tienen la capacidad de programarse para las franjas más económicas, de 0.00 a 8.00 horas, aunque luego también hay que valorar los inconvenientes que esto presenta, como son el ruido y la ropa húmeda mucho tiempo sin tender.

La solución más adecuada pasaría por poner la lavadora el fin de semana, además del planchado, planificando adecuadamente la utilización de estos aparatos evitando los horarios más caros.