Así es la red para canalizar hidrógeno de casi 21 kilómetros que Nortegas planea en Asturias

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En concreto, la red de Nortegas, que se extendería por 20,8 kilómetros, estaría compuesta por tres ramales enterrados que, en la medida de lo posible, se prevé que aprovechen los trazados de gasoductos ya existentes. El más largo de ellos, de 13,3 kilómetros, sería el Aboño-Tamón, que partiría de la central térmica hasta llegar a la factoría de DuPont y que incluiría ya la previsión de una futura conexión con Oviedo. El segundo ramal iría desde el valle de Tamón hasta la factoría de Arcelor en Avilés y su longitud sería de 3,7 kilómetros y, por último, se prevé un tercer hidroducto, que es una derivación del principal, y que discurriría durante 3,8 kilómetros desde Pervera, en dirección sur, hasta llegar a la planta gijonesa de la siderúrgica. En total, se calcula que las obras duren 15 meses y, en una primera fase, unirían Carreño, Gijón y Corvera, para después extenderse a Avilés y Gozón.

De este modo, Nortegas busca adelantarse a los futuros consumos de hidrógeno en Asturias y contar con las autorizaciones necesarias para acometer una obra que implica conectar la producción de hidrógeno con su consumo, una casación compleja que implica que salgan adelante los proyectos de generación y de descarbonización de las factorías de la región.

En el primer caso, se encuentra el Asturias H2Valley promovido por EdP en la central térmica de Aboño, y que se espera que esté en marcha entre finales de 2025 e inicios de 2026 con una capacidad de 150 MW de electrólisis y la posibilidad de producir 20.000 toneladas de hidrógeno al año. El proyecto está muy avanzado, ya cuenta con la autorización ambiental y, además, también dispone del respaldo de las administraciones, tanto regionales, como nacionales y europeas para que se haga realidad. De hecho, dispone de varios reconocimientos por parte de Bruselas que le han permitido captar alrededor de 55 millones de euros de ayudas públicas y la previsión es que logre más. Fuentes de la energética lusa subrayaron ayer que el proyecto de Nortegas es ajeno a su plan para Aboño, en el que siguen trabajando para su materialización. No obstante, dan la «bienvenida a esta o cualquier otra iniciativa que venga a sumar».

Por otro lado, como consumidores potenciales aparecen DuPont y Arcelor, que ya han trasladado su intención de avanzar en su descarbonización con el uso de este vector energético, aunque en ambos casos se ha reconocido su complejidad. La siderúrgica, de hecho, promovió en su momento un consorcio con Enagás, Fertiberia y DH2 para producir hidrógeno en Castilla y León y canalizarlo hasta Asturias, pero esa alianza ha ido perdiendo ambición a medida que se constataban las dificultades, sobre todo, de casar los intereses de todos los actores en cuanto a los precios del hidrógeno y también los calendarios relacionados con las necesidades.

Según los cálculos que maneja Nortegas, el consumo de DuPont se estima en 50 MW, que equivalen a 11.130 Nm3/h; mientras que la factoría de Arcelor de Gijón necesitará en una primera fase del orden de 10-15 MW (2.226-3.340 Nm3/h) y en la de Avilés, a pesar de que en ella no se contempla la construcción de la planta de reducción directa del mineral de hierro (DRI) que sí se prevé en la anterior, lo eleva a 45.000 Nm3/h. No obstante, reconoce la distribuidora gasista que solo se trata de consumidores potenciales y que se prevén otros posibles, que podrían complementar el proyecto. Además, también recuerda que aún no se cuenta con la regulación necesaria que dé seguridad jurídica a la inversión.