Secciones
Servicios
Destacamos
A. COLLADO / AGENCIAS
GIJÓN / MADRID.
Jueves, 25 de enero 2018, 18:47
Puede que sean raros compañeros de viaje, pero en lo que se refiere al mantenimiento de las centrales térmicas de Lada (Langreo) y Velilla (Palencia), que Iberdrola pretende cerrar, el Gobierno de la nación y la Unión General de Trabajadores están a partir un piñón. ... Decenas de manifestantes acudieron ayer a la convocatoria del sindicato, frente al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, donde a última hora de la mañana se celebró un encuentro entre los responsables de la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) y el ministro Álvaro Nadal. Una reunión que, según confirmó más tarde el secretario general de UGT-FICA, Pedro Hojas, «ha valido la pena a todos los niveles», ya que el sindicato obtuvo del Ejecutivo una respuesta «muy positiva».
El objetivo de los manifestantes estaba más que claro. Arrancar del ministro un serio compromiso de que no cederá «a las presiones» de las empresas eléctricas y evitará el cierre de las centrales térmicas de carbón». No hubo ninguna discusión, porque ambas partes se mostraron en la misma línea y, hasta el momento, el Gobierno se ha mantenido firme en su intención de no sucumbir a los deseos de las compañías, supeditando sus intereses a la planificación energética del país. De hecho, Nadal pidió al sindicato su «ayuda» a la hora de dirigirse a los partidos políticos, «para que entiendan la magnitud del problema que tenemos» en España.
Por esa razón, Hojas confirmó que UGT-FICA va a iniciar una ronda de contactos con los responsables de las fuerzas políticas del país -entre los que hay diversidad de opiniones sobre cómo acometer la descarbonización y el futuro de las centrales térmicas- y con los presidentes de las comunidades autónomas afectadas que, como es lógico, están alineados con la postura del Ejecutivo y los representantes de los trabajadores.
El líder sindical recordó que el cierre de las centrales térmicas condenaría a pueblos enteros y comarcas «a la despoblación y a la pobreza», por lo que las empresas «deberían invertir una pequeña cantidad de sus beneficios en modernizar las centrales».
Una vez más, quedó claro que no se trata de un problema puntual que requiere una solución puntual. Va mucho más allá y UGT exigió, por enésima vez, un pacto de Estado energético, del que participen todas las formaciones políticas y cumpla lo pactado en el acuerdo marco del carbón suscrito en 2013. «Tienen que dejar de ser cortoplacistas y pensar como país, no como un puñado de votos», indicó Hojas.
Al encuentro también asistió el secretario general de FICA-UGT en Asturias, Jenaro Martínez, quien salió en defensa del futuro de las comarcas mineras, «que sin estas centrales están abocadas a más paro y despoblación». Además, añadió, su cierre «no contribuirá al descenso de las emisiones». Hay que pensar en la garantía del suministro y la contención de costes, recordó, pero también en la «competitividad de la industria electrointensiva asturiana».
El presidente del SOMA, José Luis Alperi, sujetó otra de las pancartas a favor del carbón, junto al secretario sectorial minero de UGT, Víctor Fernández.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.