El Musel se posiciona como un enclave estratégico para la reindustrialización verde de Asturias

Componentes para fomentar la movilidad sostenible

Ionway, compañía formada por PowerCo –filial de Volkswagen– y Umicore, proyecta una planta para «la recepción de materias primas, elaboración de productos intermedios para la fabricación de baterías para vehículos eléctricos y su expedición por vía marítima y terrestre». Maneja una iniciativa ambiciosa, de varias fases, con un presupuesto global de 1.470 millones de euros. Para ello, ha solicitado a la Autoridad Portuaria de Gijón la concesión de 455.141 metros cuadrados en terrenos de la ampliación. Aunque no hay una cifra de empleos cerrada, según diversas informaciones conocidas podrían llegar al millar.

Pero la inversión aún no está consolidada, ya que depende de la evolución del mercado y de la obtención de ayudas públicas. En este último punto, Ionway espera contar con el respaldo del Gobierno central para captar fondos europeos que faciliten la materialización de las instalaciones. El Principado ha manifestado su apoyo a la iniciativa y el diálogo con la compañía es fluido.

Estructuras para generar energía en alta mar

La energía eólica marina está llamada a tener un papel protagonista en el puerto gijonés. Así lo demuestran los proyectos que están sobre la mesa, en diferentes estadios, para fabricar estructuras diseñadas para aprovechar la fuerza del viento en alta mar. El más avanzado es el de Windar Renovables, que ya ha comenzado a levantar sus instalaciones sobre una superficie de 40.000 metros cuadrados en el muelle del Ingeniero Moliner para ensamblar y almacenar piezas destinadas a un parque eólico marino francés.

Por otro lado, el Grupo Zima y Duro Felguera anunciaron hace un año y medio una alianza –que no llegó a formalizarse– para construir una fábrica de estructuras eólicas. Zima lideraba la propuesta como socio mayoritario y la previsión era que Duro se integrara en el accionariado de Dea Asturica, la empresa constituida por la primera para optar al suelo solicitado, pero esto nunca llegó a concretarse. En abril de este año, el presidente de Zima, Miguel Zorita, anunció que la compañía retomaba el proyecto para fabricar plataformas flotantes en solitario, con la previsión de generar 300 empleos directos y 500 indirectos.

Por su parte, Duro Felguera mantiene su iniciativa. Al parecer, ha llegado a un acuerdo con un socio para seguir adelante con esta inversión, que rondaría los 80 millones de euros.

73 millones y 145 empleos para el engorde de lenguados

La planta de engorde de lenguados proyectada por Sea Eight está en construcción. La inversión prevista en esta primera etapa supera los 12,3 millones de euros y se espera la creación de unos 25 empleos directos, aunque la inversión global se plantea que ascienda a 73 millones y los puestos de trabajo a 145 en seis años, según los cálculos de la empresa valenciana. La planta ubicada en El Musel tendrá capacidad para producir 440 toneladas de lenguados al año. En fases sucesivas, se prevé el desarrollo de cinco módulos adicionales de engorde y una unidad de reproducción, lo que supondrá una capacidad total de 2.600 toneladas anuales. El proceso se iniciará partiendo de alevines procedentes del criadero que la empresa tiene en Portugal. Una vez recibidos, los peces serán engordados hasta alcanzar el peso adecuado para su comercialización.

Captar CO2 de la industria para producir metanol verde

HyFive, empresa que pertenece al fondo White Summit, ha solicitado a la Autoridad Portuaria la concesión de 41.224 metros cuadrados en la explanada de Aboño para producir hidrógeno verde y, con él a su vez, metanol. El proyecto, con una inversión superior a 71 millones, se encuentra en periodo de información pública. Consiste en la instalación de una planta con una potencia de electrólisis de 50 MW para generar 100.000 toneladas anuales de metanol. Para ello, se encuentra en «conversaciones abiertas» con varias industrias cercanas con el objetivo de utilizar parte del dióxido de carbono que originan estas y aplicarlo en la producción de ese combustible sintético. Respecto al empleo, la previsión es que se creen solo seis puestos directos y 24 indirectos en la fase de operación.

Una planta de tratamiento de plásticos rodeada de polémica

El caso de la planta de tratamiento de plásticos de Preco es, cuando menos, inusual. La compañía llegó a Asturias en febrero de 2021 de la mano del Principado, a través del entonces IDEPA (hoy, Agencia Sekuens). La empresa presentó la documentación correspondiente en julio de 2022 y al noviembre siguiente el Gobierno regional le pidió que la ampliara. Entre tanto, comenzaron las movilizaciones vecinales contra el proyecto, a las que se sumó la oposición municipal tras la llegada de Carmen Moriyón a la Alcaldía. El Principado llegó a descartar el proyecto alegando que no cumplía el Plan Estratégico de Residuos de la región en lo referente a los criterios de ubicación de las instalaciones de valorización. Pero surgieron dudas en torno a este aspecto, mientras que la tramitación ambiental continuó. El plazo para presentar alegaciones finalizó el 30 de abril y el expediente, según confirmaron a este periódico fuentes del Principado, sigue abierto a la espera de una resolución.

La pretensión de Preco es invertir 74 millones en unas instalaciones para las que cuenta con una reserva de 30.000 metros cuadrados de suelo portuario. Según sus estimaciones, la puesta en marcha de la actividad crearía unos 70 empleos directos y en torno a 250 indirectos.