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E. C.
GIJÓN.
Jueves, 2 de septiembre 2021, 04:04
El precio de la luz registra un récord tras otro y ese encarecimiento se deja notar en todos los ámbitos de la vida diaria. Un ejemplo es la elaboración de uno de los platos típicos de la cocina española, la tortilla de patata, ... cuyo coste se ha incrementado un 20,5% en solo un año.
La razón de esta subida hay que buscarla en el impacto de la luz sobre cualquier actividad. La electricidad es básica en todos los procesos productivos. Aunque su repercusión es mayor en unos sectores que en otros, todas las empresas tienen que afrontar la factura eléctrica mes a mes. Y la subida constante del precio de la luz es un coste al alza más que afecta a las cuentas de resultados de las empresas.
La propia factura eléctrica que pagan los consumidores ya ha tenido un fuerte impacto en el incremento del Índice de Precios de Consumo, que subió en agosto un 3,3% en tasa interanual. Pero ese precio al que se paga la electricidad encarece también los procesos productivos, lo que repercute, en muchos casos, en los precios de los productos. Hasta el momento, muchas grandes cadenas de alimentación tratan de no repercutir estos costes, pero esa situación puede cambiar pronto.
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