Los grandes consumidores de luz declaran la guerra a las eléctricas y piden que se les reste poder

Lejos de pertenecer a los colectivos que llevan años pidiendo el fin del «oligopolio eléctrico», como sindicatos y partidos de izquierda, estas organizaciones suman 660.000 empleos directos y pertenecen a sectores diversos, que van desde la industria pesada a entidades dependientes de la Administración. Así, el comunicado está firmado por la Asociación de Empresas de Gran Consumo de Energía (Aege), en la que se integran, entre otras, Arcelor y Asturiana de Zinc; pero también por la Asociación de Consumidores de Electricidad (ACE), con socios de sectores como la distribución de alimentación, restauración y las industrias del plástico y agroalimentaria, y la Asociación de Grandes Consumidores de Energía Eléctrica del Sector Servicios (Granceess), en la que participan grupos como Telefónica y El Corte Inglés, pero también compañías públicas como Renfe y Adif y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.

En el comunicado hecho público ayer, las tres asociaciones defienden que «debe incrementarse la competencia del mercado eléctrico» y reclaman también que los mercados de futuros tengan liquidez, como apuntó la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia en un informe en 2021, para potenciar la contratación de electricidad a medio y largo plazo. Advierten, además, de que los sobrecostes eléctricos comprometen su viabilidad y merman su capacidad de seguir invirtiendo en descarbonización y eficiencia energética.

Las asociaciones, que cargan contra el poder de las energéticas, dan sin embargo un voto de confianza al Gobierno, al valorar el plan aprobado el 29 de marzo para paliar la crisis energética agravada por la guerra de Ucrania. No obstante, piden profundizar en él. «Son necesarias medidas contundentes y eficaces para reformar, temporal y excepcionalmente, el mercado marginalista eléctrico desacoplando el precio de los combustibles fósiles de la fijación del precio», defienden. Consideran que la propuesta del Ejecutivo de limitar el precio del gas en la producción de electricidad permitirá reducir notablemente la actual factura y situar el MW/h en unos 100 euros. Y creen que este plan ayudará a potenciar el autoconsumo, liberando capacidad en los nudos de la red de transporte, y agilizar los trámites de aprobación de proyectos de energías renovables necesarios para potenciar los PPAs.

Además, estas compañías ven «vital» aprobar las subastas de energía de tecnologías inframarginales (nuclear, hidroeléctrica y renovables), pendientes desde 2021, y consideran que debe ofrecerse ya la energía del Recore (renovables, cogeneración y residuos) a las empresas con gran consumo de electricidad.

Por otro lado, consideran positiva la reducción de cargos del sistema eléctrico tras la revisión de los parámetros retributivos del Recore y lograr la compensación máxima del CO2 indirecto, dos de las grandes reivindicaciones de las electrointensivas en los últimos años. Además, proponen prolongar hasta final de año la reducción del impuesto eléctrico y eliminar definitivamente el impuesto del valor de la producción de energía eléctrica (IVPEE).