El megaproyecto del hidrógeno verde contará con una gigafactoría de electrolizadores en Asturias

Los planes del consorcio pasan por poner en marcha dos gigafactorías (plantas que puedan fabricar en un año electrolizadores que sumen un GW de capacidad). La primera estará ubicada en Asturias mientras que la segunda se instalará en Castilla y León.

El desarrollo de estas plantas es una de las claves del proyecto. La idea del consorcio es alcanzar su pico de producción en 2030, pero en 2025 quieren estar ya inyectando hidrógeno al sistema. Su previsión es producir 200.000 toneladas de este combustible verde en 2026, cifra que pretenden elevar hasta las 330.000 en 2030. Para conseguirlo, necesitan una gran cantidad de equipos, que saldrán de las gigafactorías de Asturias y Castilla y León. El presidente de la plataforma explicó que este tipo de fábricas tienen mucho de «industria de sistema», en la que se reciben componentes de diferentes ubicaciones para completar el proceso de fabricación. «Hay una oportunidad increíble de liderazgo mundial en este campo».

La propia producción del hidrógeno no se desarrollará en Asturias, sino en Castilla y León y Aragón. En dos ejes vertebrados por los hidroductos que se construirán en paralelo a los gasoductos existentes, se ubicarán las plantas solares, que llevarán aparejadas las instalaciones donde se realizará la electrolisis. De esta forma, se aprovechará toda la energía eléctrica, sin que haya pérdidas, y se inyectará el hidrógeno directamente al sistema. El hidroducto este llegará a Asturias desde Zamora y León. El oeste partirá de Zaragoza y Soria para unirse en Arnedo, pasar por Logroño y dirigirse a Asturias tras atravesar el País Vasco y Cantabria. No obstante, la prioridad está ahora en Castilla y León.

Los dos primeros consumidores serán dos de los socios del consorcio, ArcelorMittal y Fertiberia. El gigante siderúrgico está inmerso en un proyecto de descarbonización de sus instalaciones asturianas que pasa por la construcción de una planta de reducción directa de mineral de hierro alimentada con hidrógeno verde y un horno de arco eléctrico. Estas nuevas infraestructuras estarán ubicadas en Gijón y sustituirán uno de los hornos altos y la actual acería. Por su parte, Fertiberia pretende poner en marcha una planta de producción de amoníaco verde que abastecerá sus instalaciones de Avilés.

Los promotores del proyecto cuentan ya con terrenos, fundamentalmente en Castilla y León, para la ubicación de las instalaciones. Thierry Lepercq afirmó que disponen de unas 5.000 hectáreas y están en negociación por otras 3.000. Los planes pasan por contar también con grandes espacios de almacenamiento, aunque esta es una cuestión que forma parte de «la segunda fase» del proyecto. Durante su arranque, los promotores plantean que el hidrógeno se almacene «en tubería». Una vez que el proyecto tome impulso, se pondrán en marcha los grandes espacios de almacenamiento. Una de las posibilidades que se manejan es ubicarlos en antiguas minas de sal por ser espacios «sencillos y seguros», aunque Thierry Lepercq cree que estos grandes contenedores no serán necesarios hasta dentro de «seis u ocho años».

El planteamiento del consorcio es contar con más consumidores de los que disponen actualmente. La construcción de una red de hidroductos posibilita que las empresas ubicadas en sus inmediaciones puedan sumarse a esta iniciativa. El consorcio considera que la zona central de Asturias, el eje Santander-Bilbao, con todo lo que lleva aparejado, y el triángulo de Vitoria, Logroño y Pamplona son espacios en los que explorar la aparición de nuevos clientes que quieran usar el hidrógeno como combustible. En los próximos tres meses, la unión de empresas tiene previsto poder presentar una planificación más detallada, después de haber puesto a trabajar a «grandes grupos de ingenierías».