Margaritis Schinas: «La Unión Europea tiene que aprender a ejercer el juego del poder»

Schinas, que lleva más de 40 años vinculado a la región gracias a su mujer, la asturiana Mercedes Alvargonzález, esbozó los dos aspectos que Bruselas debe corregir si quiere aspirar a entrar en ese juego de poder: «El primero es corregir nuestras deficiencias estructurales en política exterior y en defensa. Tenemos que ser más serios en estas políticas. En política exterior necesitamos hablar como una sola voz. Hasta ahora la diplomacia europea ha sido un fracaso. No solo eso, sino un motivo de burla».

No es fácil y el exdirigente así lo señaló, pero también es cierto que la coyuntura está empujando a los Veintisiete a buscar soluciones con una celeridad de la que no habitúan a hacer gala. El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, esta vez con más poder que en su primer mandato, ha sacudido los cimientos sobre los que se había asentado la infraestructura geopolítica de las últimas décadas, poniendo en duda la Alianza Atlántica (OTAN). Ese giro, unido a la cercanía de la guerra de Ucrania, es el que ha provocado que la Comisión Europea haya anunciando inversiones sin precedentes en el ámbito militar. Sin embargo, con voluntad no basta. Lo sabe bien Margaritis Schinas, que hizo referencia a las largas reuniones que se mantienen en Bruselas sin que la mayor parte de las veces se llegue a un acuerdo.

Pero, ¿cómo puede Europa entrar en ese juego de poder? Básicamente, el político griego apuntó cuatro ejes. El primero es el mercado común. «Todos quieren comerciar con nosotros y todos temen estar excluidos de él», advirtió. El segundo es el euro, una moneda que «cada vez es más fuerte y más importante, utilizada por muchos países, incluida China, como moneda reserva». En tercer lugar, Schinas subrayó «el enorme presupuesto de ayuda al desarrollo». Un mecanismo que «debe ser condicionado por cómo somos tratados por los países receptores de esa ayuda». Por último, la política regulatoria: «Todos aquellos que actúan contra Europa deben estar preparados para sufrir las consecuencias, en forma de listas negras, sanciones… Tenemos el poder de nuestra ley y hay que ejercerlo».

Al acto, que se desarrolló en el auditorio Príncipe Felipe con la colaboración de Sabadell Herrero, la Fundación Asturiana de la Energía (Faen) y el Ayuntamiento de Oviedo, acudieron empresarios y autoridades de la región, como el presidente de la Junta del Principado, Juan Cofiño; la consejera de Transición Ecológica e Industria, Belarmina Díaz; el consejero de Hacienda y Fondos Europeos, Guillermo Peláez; la eurodiputada Susana Solís; la presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón, Nieves Roqueñí; el presidente de TotalEnergies Electricidad y Gas, Javier Sáenz de Jubera; la presidenta de la Fundación Alvargonzález, Cecilia Alvargonzález; el presidente de Faen, Carlos García; la directora de Compromiso Asturias, Reyes Ceñal; Alberto Fernández, director comercial de Sabadell Herrero; y Adolfo Rivas, director gerente de la Fundación Vinjoy, entre otros. Todos ellos, junto al resto de asistentes, fueron testigos de una exposición en la que Schinas no mostró pelos en la lengua. De hecho, reconoció que algunas de sus afirmaciones quizá no podría realizarlas si aún fuera miembro de la Comisión Europea.

En ese sentido, en relación a la posición que debe adoptar la UE en materia de alianzas, el político –que mantuvo un coloquio con el presidente de Compromiso Asturias XXI, Eduardo Sánchez– fue tajante: «Europa tiene que explotar hasta el último centímetro de buena voluntad para salvar la relación con EE UU. Aunque no se nos quiera tanto, nosotros debemos insistir y hacerles ver que la relación trasatlántica es el eje del mundo». En este contexto, advirtió de los peligros de poner en duda la relación comercial más grande del planeta, pero también quiso dejar claro que, si pese a todos los esfuerzos la situación no se reconduce, Bruselas deberá tejer alianzas con nuevos actores como China, los países del Caribe o África. «Se están moviendo las placas tectónicas y hay que evitar que te cojan en medio. Siempre hay que estar por encima de ellas. Hay que hacerlo sin tabúes», afirmó.

Respecto a la defensa, Schinas remarcó que «aún tenemos margen para acertar, porque apenas hemos empezado». En este aspecto, que calificó de «urgente», explicó que «no nos queda más remedio, no solo por nuestros enemigos, sino, también, desgraciadamente, por nuestros aliados».

El político, además, destacó la buena posición de la que parte el Principado para atraer inversiones del sector y convertirse en un polo de referencia: «Europa está escribiendo las primeras páginas de un nuevo capítulo de cooperación en el ámbito de defensa. Habrá mucha voluntad política, mucho dinero y mucho qué hacer. Y regiones como Asturias, con fuerte componente industrial y siderúrgico, que están conectados con la defensa, podrán tener un papel importante».

El exvicepresidente de la Comisión se declaró «optimista, primero para Asturias y luego para Europa». Así, aseguró que el Principado es «una región periférica, pero es una pieza clave del proyecto europeo», e hizo hincapié en que el progreso de la región no se puede poner en duda: «Este no es el final del camino, pero la Asturias de los últimos 40 años es un éxito europeo».

Schinas destacó cuatro ámbitos que Asturias debe impulsar para posicionarse bien: la transición energética, la conectividad, el sector agroalimentario y pesquero y, por último, el desafío demográfico. Y añadió dos extra: la defensa y la educación.