Participantes en la marcha, ya a la salida de Asturias. Luis Sevilla
MARCHA MINERA DE 2012 | DÍA 2

Campomanes-Pajares. El minero y la montaña

Eva Mayordomo

Gijón

Jueves, 16 de junio 2022

«Canso más de los brazos por saludar a la gente que de caminar». Jairo Torre, participante en la marcha negra, resume así la segunda etapa, que hoy el grupo de mineros asturianos ha completado entre dos tierras, justo delante del abandonado parador de Pajares ... que une el Principado con Castilla y León. «Mucho apoyo», agradece. Y a toda velocidad, llegando antes de lo previsto. Allí, delante de los carteles con el nombre de las comunidades autónomas, las fotos de rigor, enarbolando banderas a modo de los conquistadores en la cumbre del Everest. Bien pueden hacerlo ya que este ha sido su ochomil particular, o si se quiere, su Angliru.

Publicidad

Y como en las buenas etapas de montaña, han estado recibiendo saludos desde los coches, pitidos de los camiones, y han disfrutado incluso de banda sonora propia. Lucía Fonseca, con su gaita a cuestas, ha sido la encargada voluntaria e inesperada de tocar, entre otras, el Asturias Patria Querida, al paso de la comitiva del carbón por La Muela. Acompañada por su hermana Mirella y su madre Paloma Gutiérrez, consiguió emocionar a más de un minero con sus notas musicales.

Ya en Pajares, Chefa Suárez se adhirió a la marcha luciendo una camiseta de apoyo a los mineros, y aguantó hasta alcanzar el Mesón El Ruchu. Varios voladores les dieron salvas de bienvenida cuando la pendiente ya era del diez por ciento.

Precisamente en este punto las cosas empezaban a ponerse, nunca mejor dicho, cuesta arriba. Al desnivel cada vez mayor se sumaba que el sol comenzaba a abrirse paso de entre las nubes, y muchos rompían a sudar, intensificándose la separación entre la cabeza de la marcha y la cola según los diferentes ritmos de paso.

Pero para corregir eso está la intendencia, que a voces y con gestos les indicaba que esperasen a los caminantes de la cola. Por otro lado, resaltando la colaboración vecinal, la mayoría de los que integran la organización comentaban orgullosos que «aún no han gastado un duro». Por ejemplo, como señala Sergio Vicente desde la unidad que lleva el avituallamiento de Comisiones Obreras, «todo lo que llevamos dado hasta ahora salió de los almacenes de Hunosa y de los bolsillos de gente que colabora». Y añade «lo único que gastamos de momento es en el combustible de los vehículos, ya podían estirarse las gasolineras…» con cierta sorna.

Publicidad

Un poco más arriba, en el área de descanso donde se ha repartido la comida, y antes de alcanzar los 17 grados de inclinación del tramo final, José Manuel Martínez, «metalúrgico reconvertido en técnico de prevención de riesgos», de Avilés, les esperaba recostado en su moto. En esta mañana de sábado, «dudaba entre ir a correr y esto, y al final me decidí a venir a verlos y apoyarlos. Y a hacerme una foto con ellos para Internet», dice sonriendo, aún con su smartphone en la mano. «Me río, pero el drama es cojonudo», matiza.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad