Cinco kilos de espíritu navideño para la marcha del carbón. E. M.
MARCHA MINERA DE 2012 | DÍA 14

Arévalo-Sanchidrián. Polvorones para doscientos

Eva Mayordomo

Gijón

Jueves, 16 de junio 2022

¿Qué le puede venir bien a la marcha del carbón? ¿Qué puede apetecerle a un minero después de una jornada de más de treinta kilómetros bajo un sol abrasador? «Polvorones» seguramente no sea la respuesta más común, pero Germán González cogió de buena gana ... la caja de mantecados que una señora le ofreció el pasado lunes. «Casi se me cae, no parecía tan pesada», comenta. Y es que son cinco kilos de dulce español que se cuentan entre los donativos más originales que recibe esta marcha. A lo más reciente hay que añadir dos paraguas, que este miembro de la intendencia obtuvo de manos de otra señora mayor con la consigna de que se los llevara, «que iba a llover», recuerda Germán. De momento no ha ocurrido, aunque sí que es cierto que en la décimocuarta etapa, la temperatura ha refrescado bastante. Junto a los dos paraguas y la caja de polvorones están todas las cosas, principalmente alimentos y bebidas, que la gente entrega desinteresadamente a los organizadores. Muchas veces, literalmente sobre la marcha. «Se me acercan a la furgoneta y me dicen, toma, esto para vosotros. Yo lo cojo todo y lo meto en el vehículo». Aparte de para albergar los víveres, su furgoneta sirve para animar a los mineros con música y consignas. «Cuando me voy para atender algún asunto de alojamiento o lo que sea, y vuelvo, ya me están reclamando levantando los bastones», afirma. Y hay que darle al «play» para que suene «Santa Bárbara bendita» a todo trapo.

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A Víctor Manuel Segura también le llueven los donativos de vez en cuando, aunque tampoco son para él. Es el encargado de coordinar los equipos de Cruz Roja junto al 112 procedente de Asturias. «Te viene gente a la ambulancia directamente con cien euros en la mano y te dice, tomad, para las medicinas», relata. Esta especie de copago solidario no viene mal para facilitar «el trabajo de los voluntarios que están aquí», y que tienen mucho que faenar. «A veces se apelotona la gente esperando a que les curemos las ampollas, las tendinitis», pero con «organización y voluntad» consiguen atenderlos a todos. Hasta la fecha, el caso más grave fue a un miembro de la marcha con asma alérgica «que empeoraba a medida que nos acercábamos a Madrid, hasta que tuvo que retirarse». También ha habido abandonos por problemas musculares y bajones de tensión. Víctor, además de gasas y y mercromina, también reparte consejos, que pese a su sencillez, revisten gran importancia para soportar el día a día sobre el asfalto: hidratarse aunque no sientan necesidad de beber, estirar antes y después de caminar, además de darse una buena ducha. Y pasar por la ambulancia si se necesita para ultimar la puesta a punto.

os músculos se resienten, es necesario realizar estiramientos al llegar a la meta cada día. E. M.

La etapa de hoy, de 24 kilómetros, ha dejado a la marcha del carbón a solo 100 de las puertas del Ministerio de Industria. Además se han beneficiado se la bajada de las temperaturas, e incluso de un cielo parcialmente nublado que les ha facilitado las cosas.»Yo firmaba por que fuera así hasta la capital», se oía.

Y tanto. Quien sabe si acabará lloviendo y haciendo necesarios los dos paraguas de reciente donación. «La gente da lo que tiene», agradece Germán. Además de las posibles incidencias meteorológicas, son muchas las comidas resueltas gracias «a la solidaridad» de la gente. Y de ahora en adelante, unas cuantas meriendas.

El entonces secretario de organización de la FSA, Jesús Gutiérrez, preparándose para seguir caminando la décimocuarta etapa de la marcha del carbón. E. M.
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