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Los trabajadores de La Coruña también secundaron la movilización.

«Maroto, no nos vendas la moto»

Un millar de personas secundaron la movilización de los trabajadores de Alcoa ante el Ministerio de Industria

LAURA CASTRO

MADRID.

Miércoles, 9 de enero 2019, 01:47

Lo vivido ayer al mediodía en el Paseo de la Castellana de Madrid fue una demostración de que los trabajadores de Alcoa no van a rendirse. Ni tampoco sus familiares y amigos que les acompañaron en una jornada maratoniana que arrancó a ... las 5 de la madrugada desde Parque Astur. Con pegatinas, letreros y camisetas amarillas con el lema «Alcoa no se cierra», una flota de 16 autobuses, fletada por el comité de empresa de la planta avilesina, los sindicatos y los ayuntamientos de la comarca de Avilés, cruzó la mitad norte del país para llegar a la capital con el objetivo de plantarse ante el Ministerio de Industria y exigirle al Gobierno que tome medidas urgentes para evitar los cierres de las plantas de Avilés y La Coruña.

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El viaje se hizo largo por momentos, pero las energías se renovaron casi a la par que comenzaba a amanecer al ver que las redes sociales empezaban a llenarse con mensajes de apoyo a la movilización. En cuestión de horas el lema «Alcoa no se cierra» invadió las redes sociales y pasadas las diez de la mañana los trabajadores asturianos recibían las primeras imágenes de sus compañeros gallegos esperándoles frente al Santiago Bernabéu. Un goteo de camisetas naranjas -de la plantilla de La Coruña- empezaba a tomar los alrededores del Ministerio de Industria, cuando apareció la marea amarilla formada por los avilesinos. Se plantaron con firmeza ante el edificio ministerial dispuestos a llevar su protesta hasta la misma puerta. De poco sirvió el cordón marcado por la Policía Nacional, pues la marea amarilla lo rompió a empujones hasta llegar a la verja del ministerio.

Tampoco pudieron frenar a los que se lanzaron a la carretera para cortar el tráfico sentándose en mitad del Paseo de la Castellana. Estaban decididos a hacerse oir y por si los silbatos, las bocinas y los petardos no habían causado el efecto suficiente, los cánticos lanzaban unos mensajes altos y claros. «Maroto no nos vendas la moto» fue uno de los más repetidos, junto a los ya tradicionales «Alcoa se salva luchando». Pero también fueron un paso más allá en esto al enviar advertencias directas: «La próxima visita, será con dinamita».

La movilización estuvo secundada por un millar de personas, entre ellos colectivos de pensionistas de la capital, sindicatos mayoritarios y minoritarios, partidos políticos y asociaciones sociales. Su apoyo no pasó desapercibido para el comité de empresa de Avilés, que tras una jornada agotadora y cargada de emociones, quiso dedicarles unas palabras. «No es la primera vez que se vuelcan con nosotros. Por eso, por lo largo que está resultando ya nuestro conflicto, queremos agradecer doblemente que Avilés y Asturias sigan a nuestro lado día a día», señaló el comité avilesino.

El camino de regreso a Asturias se inició a las 14 horas. La mayoría de los participantes en la movilización estaban ya agotados y eso que a muchos aún les quedaba ir a trabajar en el turno de noche de la planta aluminera o, en el caso de familiares y amigos, aún restaban las guardias en hospitales y centros médicos de la región. Aún así, todos coincidieron en señalar que «el esfuerzo merece la pena» y cruzan ya los dedos pensando en recibir buenas noticias pronto por parte del Gobierno y de Alcoa.

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