La inflación repunta en Asturias al 2,7% por el alza de la energía

Dentro de los grandes grupos que recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE) a la hora de calcular el precio de la compra, solo el transporte y las comunicaciones experimentaron bajadas de precio en noviembre. En concreto, del 1,5% y del 0,1%, aunque más moderadas que en octubre. En el caso de los restaurantes y hoteles, se encarecieron un 5,1%, cuatro décimas más que el dato anterior. También las bebidas alcohólicas y el tabaco registraron un incremento, del 4%; el mismo porcentaje hasta el que repuntó el apartado de otros bienes y servicios. Mientras que los muebles y artículos del hogar, que permanecían invariables, aumentaron sus precios un 0,3%.

Por su parte, la sanidad se encareció un 2,1%; el ocio y la cultura, un 2,1%; la enseñanza, un 2,3%, y el vestido y el calzado mantuvieron un alza del 4,6%.

En España, la cesta de la compra retoma la tendencia a la moderación que se había frenado en seco en octubre tras la eliminación de la subvención del IVA a los alimentos. Frente al repunte al 1,9% experimentado en el décimo mes del año, la inflación de los alimentos se mantuvo en noviembre en el 1,7% interanual, la tasa más baja en más de tres años, desde octubre de 2021.

La cifra se queda, además, por debajo del IPC general, que cerró el mes con una notable subida de seis décimas, al 2,4%, debido al efecto base producido con los precios de la electricidad y los carburantes. Según los datos confirmados este viernes por el INE, la tasa subyacente -la menos volátil al no incluir en su cálculo ni energía ni productos frescos- también se mantuvo en el 2,4%.

Respecto a los alimentos, desde el Ministerio de Economía apuntan a «la buena evolución de los precios de algunos productos, como el aceite, que en el último mes ha seguido bajando y acumula una caída interanual del 3%». En el caso en concreto del aceite de oliva, uno de los grandes quebraderos de cabeza para los consumidores en los últimos tiempos, el litro bajó un 3,2% respecto a octubre y un 3,7% en términos interanuales.

Es decir, respecto a octubre de 2023, cuando los precios estaban disparados con subidas cercanas al 70% frente al año anterior. De ahí que la bajada del 4,1% que acumula el oro líquido en 2024 no sea suficiente para compensar los malabares presupuestarios que los hogares han realizado para mantener este producto dentro de su cesta de la compra.