Carlos García-Ovies
Jueves, 14 de marzo 2024, 11:44
La cesta de la compra continúa siendo un quebradero para las familias, que no ven el momento de que los precios dejen de subir. Sin embargo, el IPC en Asturias moderó su escalada en el mes de febrero hasta el 2,8% respecto ... al mismo mes del año pasado. El incremento del precio de los alimentos, por su parte, se situó en el 6,2% en el mismo período, lo que supone la tasa más baja desde el 4,4% registrado en marzo de 2022, hace casi dos años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
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Desglosado por alimentos, las subidas más importantes en nuestra región fueron las de los aceites y grasas, que se dispararon un 46,1% en el último año. La carne de porcino vio incrementado su precio un 13,5%; las frutas frescas un 12,4%; la carne de ovino, un 11,3%; y el pescado fresco y congelado, un 10,8%. En contrapartida, el precio de los carburantes y los combustibles cayó un 2,8% interanual en febrero, así como el de los productos energéticos, que se redujo un 4,4%.
En España, la inflación general interanual cerró el segundo mes del año en el 2,8%, su nivel más bajo desde agosto de 2023, debido a la moderación de los alimentos pero también a la reducción de los precios de la energía, que siguen un mes más a la baja. Esta tasa supone reducir la inflación por debajo del límite del 3%, algo que tampoco sucedía desde hacía seis meses.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, señaló que esta reducción sostenida de la inflación «está permitiendo mejorar el poder adquisitivo de las familias y la competitividad de las empresas españolas». Cuerpo defendió, además, que estos datos reflejan «la capacidad de la economía española de hacer compatible el mayor crecimiento económico entre los principales países de la zona euro con una moderación de los precios y con el mantenimiento de las medidas del escudo social apoyando a los más vulnerables».
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La retirada de parte de las medidas de apoyo público para combatir el impacto de la inflación en hogares y empresas tuvo un primer impacto en el mes de enero, cuando la inflación repuntó tres décimas hasta el 3,4%. Sin embargo, en febrero los precios se contuvieron y la tasa se ha reducido seis décimas hasta el 2,8%. Lo mismo ocurrió con la inflación subyacente, la que permite analizar el comportamiento de los precios en la cesta de la compra de productos y servicios diarios, al excluir los costes energéticos y alimentos no elaborados, que son los más volátiles. La subyacente se situó en el 3,5%, una décima por debajo del nivel de enero y la menor tasa en dos años, aunque sigue estando siete décimas por encima de la inflación general.
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