La inflación se descontrola al 7,5% y extiende su impacto a toda la cesta de la compra

La luz, cuyo coste se ha duplicado en un año, y la gasolina, elevan los precios hasta la tasa más alta en el país desde 1986

L. PALACIOS / J. M. CAMARERO / P. LAMADRID

MADRID / GIJÓN.

Sábado, 12 de marzo 2022, 01:33

Cuesta más pagar la factura de la luz y llenar el depósito de combustible. Pero también hacer la compra diaria o afrontar cualquier gasto inesperado. La inflación está desbocada y fuera de control. Prosigue la senda ascendente que inició ya hace casi un año ... y que ahora se ha acelerado por la guerra en Ucrania. Así, la tasa interanual del Índice de Precios de Consumo (IPC) escaló hasta el 7,6%, la más alta en casi 36 años. Desde diciembre de 1986, según el dato definitivo publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En Asturias, se situó en el 7,5%, frente al 5,9% registrado en enero.

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Tal y como era previsible, se trata de una inflación superior en dos décimas a la avanzada por el organismo estadístico (que cifró en un 7,4%) para España y que incorpora ya los últimos días de febrero, en los que se sufrió el impacto de la invasión rusa. Desde que comenzó la guerra, el día 24 del pasado mes, los mercados internacionales energéticos se han tensionado como nunca lo habían hecho en un plazo tan corto.

La electricidad y las gasolinas son los dos grandes productos que explican este alza de los precios, como viene sucediendo en los últimos meses. En el caso de la luz, se ha encarecido un 80% en los últimos 12 meses. Si se compara el dato de enero con respecto al mismo mes de 2021, el alza era del 46%. Estos datos incluyen las medidas de rebaja de impuestos (IVA y eléctrico) prorrogadas por el Gobierno hasta junio. Si no se incorporasen, el precio de la luz se habría duplicado.

El problema agravado es que este encarecimiento se ha generalizado y extendido a la mayor parte de los alimentos que componen la cesta de la compra, con lo que el consumidor está sufriendo seriamente en sus bolsillos los efectos de la inflación desmedida. Y esto se refleja en que la tasa de variación anual de la inflación subyacente (sin contar alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumentó seis décimas hasta el 3%. Se trata del nivel más alto desde mediados de 2008.

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En Asturias, el grupo que incluye la energía y los combustibles alcanzó una subida del 27,6%, más elevado que en el conjunto del país, donde fue del 25,4%. El segundo apartado que experimentó un incremento mayor fue el transporte, con un 12,6%. A mucha mayor distancia se situaron los alimentos y las bebidas no alcohólicas, con una subida interanual del 4,7% y del 0,2% respecto al mes precedente al de la estadística publicada. También se encarecieron los muebles y los artículos del hogar (4,5%), los restaurantes y los hoteles (3,7%) y el vestido y el calzado (2,2%), entre otros apartados. De hecho, solo se redujo el precio de las comunicaciones (-0,7% interanual).

Con el dato de febrero, el IPC interanual del país encadena su decimoquinta tasa positiva consecutiva y suma tres meses seguidos en cotas superiores al 6%, niveles que no se veían en tres décadas. Por ahora, tiene visos de seguir ascendiendo hasta límites desconocidos y podría marcar los dos dígitos en breve, cuando la cesta de la compra incorpore los niveles récord alcanzados por la electricidad en las últimas jornadas, así como los precios imparables de los carburantes, que ya han llegado incluso a superar la barrera de los dos euros.

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La crisis de los años 80

Si la inflación se sitúa por encima del 10% interanual, se habrá rebasado otra cota que la economía española no alcanza desde hace casi cuarenta años. Fue en 1984, precisamente como consecuencia de la grave crisis energética y de petróleo padecida en los años anteriores, cuando llegó a dispararse incluso por encima del 15%.

Entonces España contaba con la peseta como divisa -faltarían casi quince años para que entrara en vigor el euro- y el Ejecutivo optó por devaluarlo como medida de contención de unos precios imparables. Ahora, el Banco Central Europeo (BCE) se ha decantado por reducir la compra masiva de deuda pública, aunque, por ahora, no tocará los tipos. Las previsiones no son nada optimistas.

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La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) ya calcula que la tasa de inflación alcanzará su máximo en marzo, con un 8,6%, para descender hasta un 4,1% en diciembre, lo que supone una tasa media anual del 6,8% frente al 4,6% de las previsiones realizadas previamente.

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