Andrés Barceló, director general de la patronal siderúrgica, Unesid. E. C.

«Industria no tiene fuerza política y Ribera nos oye, pero no nos escucha»

La patronal siderúrgica insta al Gobierno a dar ayudas para favorecer la descarbonización porque «hay cambios que se deben subvencionar»

P. LAMADRID | A. BARANDIARAN

GIJÓN / BILBAO.

Martes, 1 de junio 2021, 03:11

El panorama es mejor del esperado meses atrás, pero aun así los obstáculos que trata de sortear la siderurgia son enormes. El director general de Unesid -la patronal del sector-, Andrés Barceló, señala, en una entrevista publicada ayer por 'El Correo', que la ... situación del negocio del acero «es buena y las compañías van tener resultados muy positivos este año», gracias a la reactivación «salvaje» de China. Sus principales clientes, la automoción y la construcción, tiran de esa recuperación, hasta tal punto que Barceló prevé que este año la siderurgia alcance los niveles de actividad previos a la pandemia.

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Pero los productores de acero españoles siguen compitiendo en desventaja frente a los del resto de Europa y del mundo. La especulación brutal que se da en el mercado de derechos de emisión de CO2 empeora todavía más la coyuntura energética del país, con los precios más altos del continente. A esto se suma, apunta Barceló, que «no se compensa a la industria electrointensiva como a nuestros vecinos alemanes o franceses». A su juicio, «el Gobierno no está cumpliendo», ya que el año pasado la compensación por los costes indirectos de CO2 «tendría que haber sido de 150 millones y solo nos dieron 70». Mientras que en estados como Alemania se compensa «todo lo permitido y esa es una de las principales razones de que allí el precio sea más barato en 20 euros el MWh».

El Ministerio de Industria, encabezado por Reyes Maroto, «entiende la situación, pero carece de la fuerza política y el presupuesto para tomar medidas. (Teresa) Ribera se ha reunido con nosotros, nos oye, pero no nos escucha», lamenta en alusión a la titular de Transición Ecológica. En este sentido, el director general de Unesid hace hincapié en la necesidad de «mantener lo que tenemos». «Los mineros del carbón no se van a convertir en investigadores de células madre con un curso de 200 horas», señala para evidenciar las lagunas que percibe en los planes del Gobierno central sobre el cambio de modelo energético. Así, plantea que el Ejecutivo debería dar ayudas para la descarbonización de la siderurgia -como va a hacer el Estado italiano en Ilva, compañía que comparte con Arcelor, donde aportará mil millones- «porque hay cambios que se deben subvencionar». Pone como ejemplo, el hidrógeno, «que es diez veces más caro de lo que debería ser», por lo que cambiar a una tecnología limpia supone grandes inversiones para las compañías.

Fondo de sostenibilidad

Una traba añadida para el sector es el proyecto de sacar las primas de las renovables fuera del recibo de la luz y repartirlo entre otras tecnologías, como plantea el Fondo de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico propuesto por Ribera. «El que consuma gas queda muy castigado y la industria siderúrgica es muy consumidora de gas. Es una mejora tecnológica que se incorporó hace años», recuerda. Si bien el objetivo es sustituir por hidrógeno, aún hay que desarrollar esa tecnología. «El fondo de Ribera contempla futuras compensaciones, pero ya se verá. Por lo pronto, hay que pagar...».

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