La industria asturiana recupera indicadores positivos tras prácticamente dos años de caídas

De este modo, la industria del Principado vuelve a terrenos positivos, aunque tampoco se puede cantar victoria y pensar que la situación es favorable. Basta atender a las previsiones puestas sobre la mesa por la dirección de Arcelor a la hora de plantear un nuevo expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para el año que viene. Más allá de la mermada cartera de trabajo actual, el grupo avisa de un empeoramiento de la situación para el segundo semestre de 2025.

En este sentido, estos incrementos tienen que ser puestos, de alguna forma, en cuarentena, aunque son relevantes. Además, hay que tener en cuenta que estas subidas porcentuales relacionan la situación actual con la de finales de 2023, en la que el sector ya estaba sumido en una profunda crisis. Por tanto, el crecimiento se realiza sobre datos especialmente negativos. De hecho, las previsiones no son positivas en un contexto marcado por la desaceleración económica, los problemas que sufren motores del continente como Alemania y Francia y los conflictos bélicos. En este sentido, el equipo Hispalink-Asturias de la Universidad de Oviedo, en su último informe de 'Perspectivas de la economía asturiana', ya advertía de que la industria regional atraviesa una coyuntura compleja e incierta y que, precisamente, su evolución puede atenuar el ritmo de crecimiento de la economía regional, con tasas de variación del 2,1% para 2025 y del 1,9% para 2026, inferiores a las esperadas para el conjunto nacional.

En el caso de los precios industriales, que fue el dato hecho público ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), su aumento tampoco es homogéneo y viene empujado, básicamente, por el sector energético (+30%), con mucho peso en la región, mientras que en el resto de actividades se mueve en una horquilla que va desde el -3,2% de los productos intermedios al 1% de los bienes de consumo duradero. Si se tiene en cuenta el total de la industria asturiana sin energía se registra un retroceso del 1,6%.

Sin embargo, más allá de este índice, quizás sea más relevante el de la producción industrial, que con ese 7,7% registró su mayor subida desde agosto de 2022, tras contabilizar caídas la mayoría de los meses y muchos de ellos a doble dígito. No obstante, sigue en niveles de inicios de 2023 y la capacidad del sector en Asturias, con Arcelor a la cabeza –en la actualidad tiene parada la división de largos–, está infrautilizada.