La industria asturiana pide precios «estables y competitivos» para la energía y más agilidad burocrática

Una de las empresas participantes fue Asturiana de Zinc, la mayor compañía electrointensiva del país. Su responsable de Energía, Víctor Manuel Alonso, recordó que la energía puede suponer, en ocasiones, hasta el 50% del coste directo por tonelada de zinc producida: «Necesitamos tener la seguridad de cuánto nos va a costar la energía a largo plazo, a 15 o 20 años. Hoy, en 2024, hemos sido incapaces de encontrar en el mercado eléctrico español precios competitivos«.

María del Campo, vicepresidenta de Key Clients Iberia de Engie, hizo hincapié en que España necesita «un marco regulatorio que acompañe a los objetivos del PNIEC tan ambiciosos como país, que hacen que el interés de los inversores sea tremendo, pero que cuando los presentamos a un comité en una nota de inversión haya 17 aproximaciones distintas a un mismo problema, con procesos divergentes y asimetría no solo entre comunidades autónomas, sino también entre las entidades locales«.

Las promotoras también exigen que se agilicen los trámites para equipararse no ya a Europa, sino a otras comunidades autónomas. «No tenemos certidumbre de cuándo vamos a tener nuestros proyectos autorizados», lamentó Andrés Pérez, delegado territorial de Capital Energy en el norte de España. En esa línea, Pérez subrayó que «Asturias tiene que ser competitiva frente al resto de España, donde sí que están articulando simplificación administrativa«.

En ese sentido, el viceconsejero de Industria y Transición Justa del Principado, Isaac Pola, reconoció que «la fiscalidad de la energía debe de ser reconsiderada» y señaló que la actual «es excesiva» puesto que se trata de un recurso necesario para la vida económica e industrial. Además, Pola aseguró que «no parece lógico» que las electrointensivas tengan que comprar la energía en el mercado diario, sino que tendrían que hacerlo a largo plazo.

Para tratar de solucionar algunos de los problemas, el viceconsejero propuso, entre otras cosas, que el 80% de bonificación del peaje que tienen actualmente estas empresas de forma temporal se convierta en estructural. Por otro lado, también incidió en la necesidad de que se reduzca el coste de los servicios complementarios que lastran el precio final de la energía y aprovechar el máximo que permite la UE respecto a los derechos de emisión de CO2.

Para José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), la clave de esta fase del proceso de transición energética es la flexibilidad: «Si nuestro país tiene que aprovechar la ocasión de las industrias y centros de datos que quieren venir, hace falta que los puntos de conexión de demanda se desbloqueen y que la planificación se actualice según las oportunidades que vayan surgiendo«.