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Incendio en el horno alto 'A' de la planta gijonesa de Arcelor.

Incendio en la planta de Gijón

Arcelor, dispuesta a arreglar el horno alto si es viable económica y técnicamente

La compañía traslada a los sindicatos que no se puede tomar una decisión hasta evaluar los daños y que serán determinantes los costes, además les convoca para negociar un nuevo ERTE

Jueves, 23 de marzo 2023, 12:45

Arcelor ha confirmado esta mañana que, aunque aún no se han podido evaluar los daños en el horno alto 'A', «se ha constatado que se ha originado una perforación del crisol». Este era el mayor temor que se tenía anoche, una vez controlado el fuego que se originó en la instalación y haber confirmado que no había daños personales, ya que es la zona clave de este equipamiento industrial. Finalmente, se han corroborado los peores pronósticos. Ahora la cuestión es evaluar los daños. La dirección en Asturias ya ha trasladado a los representantes de los trabajadores que se intentará reparar, pero antes habrá que evaluar si es posible y si la inversión compensa, incluso si hay materiales disponibles en el mercado. De momento, se procederá a vaciar de arrabio la instalación mediante la operación conocida como salamandra y después se accederá al interior para analizar los desperfectos ocasionados. Más allá de la estructura, ya se sabe que todo el sistema eléctrico fue afectado por el fuego. En este momento, todas las hipótesis sobre su futuro están abiertas.

Mientras, Arcelor ya estudia cómo funcionar en Asturias con un único horno alto, ya que pierde 5.000 toneladas de arrabio diarias. En un principio, se reducirá la producción en la acería de Avilés, al igual que sucedió durante la parada que se prolongó desde finales de septiembre y hasta principios de febrero ante la debilidad de la demanda. La multinacional ya ha convocado a los sindicatos a una reunión mañana en el País Vasco para negociar un nuevo expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), ya que el que tienen vigente finaliza el próximo 31 de marzo.

La empresa ha explicado a través de un comunicado que, a las 17:50 horas, «mientras se llevaba a cabo una operación de mantenimiento en el horno alto«, que se encontraba parado para ello, «se produjo una reacción interna por contacto del arrabio con agua dentro del crisol» y que esta produjo la salida de arrabio a través de la pared del crisol y por la tobera que iba a ser reemplazada. «El origen de la presencia de agua dentro del crisol está por determinar», aclaran. Trabajadores de la instalación barajan que ya pudiera haber alguna grieta o que se tratara de un escape del sistema de refrigeración.

De forma inmediata se activó el plan de emergencia interior de la instalación y se evacuó al personal, sin que se produjeran daños personales. «La rápida y coordinada actuación de los equipos de primera intervención y de las brigadas de Bomberos de ArcelorMittal Asturias hizo posible que el fuego quedase controlado a las 19:00 y fuese posteriormente extinguido», señalan en el comunicado, en el que también aseguran que «no se ha registrado afección ambiental en las estaciones de control de la calidad del aire, tanto de la red propia de ArcelorMittal como las de la red autonómica ubicadas en Gijón».

Actualmente se sigue trabajando en la refrigeración de la instalación, para poder acceder en condiciones de seguridad al horno para evaluar de los daños, mientras que el 'B' sigue operativo. Ayer se barajó su parada por precaución, también tras verse afectadas por el escape de arrabio las vías por las que circulan los trenes torpedo que los trasladan, pero finalmente se mantuvo activo.

La ministra de Industria, Reyes Maroto, ha mostrado esta mañana su «preocupación por el incidente. «Tan pronto como me enteré del incendio, me puse en contacto con los responsables de la planta y con la Delegación del Gobierno para conocer la envergadura del siniestro», explicó la titular de Industria, que subrayó que «la buena noticia es que no ha habido que lamentar víctimas entre el personal de la planta». «El Gobierno está en contacto con los responsables de la empresa para ayudarles en lo que sea necesario», subrayó también Maroto.

Por su parte, el presidente del Principado, Adrián Barbón, insistió esta mañana en que el Gobierno regional está «en permanente contacto con la dirección ArcelorMittal» y volvió a alegrarse de que no hubiera daños personales. Además, se puso a disposición de la compañía y mostró su apoyo a los trabajadores afectados y sus familias, «pero también a la empresa que tiene que afrontar un imprevisto importante para todos«.

La presidenta de Fade, María Calvo, asimismo, aseguró que «estamos preocupados y expectantes. Y en contacto. Esperemos que el alcance no sea tan grande y pueda tener una solución pronto».

El crisol es el auténtico corazón del horno alto, la parte en la que se mezclan el mineral de hierro, el sínter y el cok para producir el arrabio que luego se convertirá en acero, por lo que cualquier daño que se produzca en él es muy grave e inutiliza la instalación. Un crisol perforado puede repararse, pero normalmente exige una inversión importante y se debe decidir si conviene o no hacerlo, sobre todo cuando se trata de un equipamiento que se prevé parar definitivamente en apenas un año o dos.

La vida del horno alto 'A' finalizaba el año que viene, aunque la idea era estirarla lo máximo posible para poder acometer el plan de descarbonización de la empresa. De hecho, se habían realizado catas en el crisol, que apuntaban a que se encontraba en mejores condiciones de lo previsto y que podría durar incluso hasta 2026, para dar tiempo a la puesta en marcha de la acería eléctrica, la planta de reducción directa del mineral de hierro e incluso a la llegada a la planta de las primeras moléculas de hidrógeno. Ahora mismo, fuentes sindicales ven remota la posibilidad de prolongar su uso y la esperanza es que pueda seguir funcionando con arreglos, aunque todo dependerá de los daños que finalmente se detecten y del coste que suponga repararlos. Como antecedente, a finales de 2018, Arcelor decidió reparar las baterías de cok de Avilés tras sufrir otro incendio. Recuperaron la actividad a inicios de 2019, a pesar de que su vida útil finalizaba ese mismo año.

La gran preocupación es que Arcelor decida adelantar el cierre definitivo de la instalación, como ha hecho con uno de los tres hornos de la factoría de Dunkerque, en el norte de Francia. De una forma u otra se da por seguro que este equipamiento industrial no podrá arrancar en el corto plazo. En los hornos altos trabajan alrededor de 200 personas de plantilla a lo que hay que sumar el personal de auxiliares y sus paradas afectan aguas abajo a todo el proceso siderúrgico.

Este horno alto estuvo detenido desde finales de septiembre hasta inicios de febrero por la debilidad del mercado y su menor competitividad en relación al 'B', que tiene unos costes energéticos menores, ya que reaprovecha gas de cok de las baterías. Y, durante ese periodo, se reguló en distintos momentos a personal de cabecera, pero también de instalaciones acabadoras, al haber una menor disponibilidad de arrabio y, por tanto, de acero. Se da la circunstancia ahora de que Arcelor tiene aún activo un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), pero solo está en vigor hasta el 31 de marzo, después de que los representantes de los trabajadores descartaran su extensión todo el año, como pretendía la multinacional, sobre todo tras anunciar la compañía el arranque del horno alto.

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