«Me habría gustado que en el consorcio del hidrógeno hubiera más empresas asturianas»
Guillermo Ulacia Presidente de Femetal ·
«Pese al aumento del nivel de producción, no hemos sido capaces de recuperar todo el aumento de costes que hemos tenido»Secciones
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Guillermo Ulacia Presidente de Femetal ·
«Pese al aumento del nivel de producción, no hemos sido capaces de recuperar todo el aumento de costes que hemos tenido»PALOMA LAMADRID
GIJÓN.
Domingo, 27 de febrero 2022, 01:32
Guillermo Ulacia (Baracaldo, 1954) encara sus últimos meses como presidente de Femetal. Pero antes de que finalice su segundo mandato, el próximo septiembre, tiene por delante complejos asuntos que resolver. El sector del metal, al igual que el conjunto de la industria, atraviesa un momento ... sumamente difícil por el encarecimiento de las materias primas y los costes energéticos y logísticos, lo que resta competitividad a las empresas. Sí abandonará el cargo Ulacia con los deberes hechos en materia laboral. La firma de los convenios de las auxiliares y del metal -rubricados este mes- ofrece estabilidad a ambas partes durante los siguientes ejercicios. Así se lo explicó ayer a Juan Neira en el programa 'La Lupa'.
Sexta ola
«Las bajas por la pandemia se han incrementado un 30%»
La sexta ola de la pandemia ha provocado que el absentismo en el sector metal se mantenga en niveles «elevados». En 2021, el coronavirus aumentó las bajas por contingencias comunes «entre un 20% y un 25%», señaló Guillermo Ulacia . Y se han incrementado un 30% entre diciembre y enero. No solo en los talleres, sino que las bajas se han extendido a las áreas técnicas y administrativas. Esto genera «problemas operativos importantes y un impacto en los costes. Además, la sexta ola acarreó restricciones en la movilidad, «que han afectado a la ejecución de los proyectos en el exterior y a la renovación de la cartera de pedidos, que vuelve a ralentizarse».
Balance
«La producción aumentó un 21% en el último trimestre»
«Luces y sombras». El balance del pasado año para el metal asturiano tiene motivos para el optimismo, pero también para lo contrario. Entre los aspectos positivos destaca la recuperación del nivel de producción industrial, que aumentó «un 21% en el último trimestre de 2021, cuando en 2020 se había reducido un 17%». Es decir, que se ha alcanzado el mismo nivel de producción que había en 2019, subrayó Ulacia. Además, se ha recuperado un 17% el empleo y las exportaciones sumaron 3.600 millones, «el 70% del total de la exportación en Asturias, cuando habitualmente era el 65%».
En las zonas de sombra, destacó el presidente de Femetal que el segmento ligado a la fabricación de vehículos disminuyó un 27% en 2021 y en lo que va de año ha caído un 13%. También ha sido negativa, a su juicio, la recuperación de los márgenes empresariales por el aumento de los costes de la energía, las materias primas y los servicios logísticos. Trasladar esas subidas a los clientes «no es fácil sin poner en riesgo la cartera de proyectos», aseguró. Por ello, «pese al aumento de la producción, no hemos sido capaces de recuperar todo el aumento de costes que hemos tenido». Por último, los fondos europeos también se sitúan en el lado de los sinsabores: «Seguimos a la espera».
Convenios
«No podíamos permitirnos una huelga en las auxiliares»
Aunque las dificultades son numerosas, en el inicio del año se han resuelto las negociaciones del convenio de la industria auxiliar y el montaje -con convocatoria de huelga de por medio- y también el del metal. El primero se vio salpicado por la decisión de Arcelor de repartir los servicios subcontratados «en seis bloques de los que cinco correspondían a empresas que no operaban en Asturias». Los empresarios «no podían permitirse una huelga» ni poner en riesgo el potencial trabajo que supone el proyecto descarbonizador de Arcelor para Gijón, de más de mil millones. Ante este panorama, Femetal rechazaba trasladar el aumento de costes «coyuntural» de forma estructural. Finalmente, hubo acuerdo sobre el convenio de auxiliares, lo que facilitó el posterior consenso sobre el del metal.
Hidrógeno
«Las empresas deben estar a disposición del consorcio»
El consorcio liderado por Arcelor, Fertiberia, Enagás y DH2 para producir hidrógeno es una buena noticia que facilitará la transformación verde de la siderúrgica. No obstante, Ulacia echa de menos que más allá de los dos consumidores, no hayan participado un mayor número de compañías de la región en esta iniciativa. «Mi consejo a las empresas asturianas es que se pongan a disposición de este consorcio para ver dónde pueden seguir colaborando y alcanzar objetivos comunes», apuntó.
Precio competitivo
«Está claro que no se hace de la noche a la mañana»
El suministro del hidrógeno que producirá el consorcio llegará a Asturias mediante un entramado de tuberías especiales para este fin. Sobre la posibilidad de atraer empresas gracias al acceso a este vector energético, el presidente de Femetal puntualizó que lo primero es alcanzar un precio razonable con «abundante energía renovable y muy competitiva» y una evolución a la baja del coste de los electrolizadores, de forma que se puede bajar de entre los 2,5 y 5 euros que cuesta ahora un kilo de hidrógeno verde hasta el 1,5 que promete el consorcio. Dependerá, además, del tipo de industria y de si hay un mercado de exportación de hidrógeno. «Lo que está claro es que no se hace de la noche a la mañana». Teniendo en cuenta los plazos, normalmente largos, de las tramitaciones administrativas «parece harto difícil que ese precio se pueda alcanzar en 2025».
Proyectos renovables
«La duda es si otros invertirán para producir hidrógeno»
Ese objetivo de HyDeal España, como se denomina el consorcio que pretende llevar a cabo el mayor 'hub' mundial de hidrógeno verde, de lograr un precio de 1,5 euros por kilo ha puesto las cosas difíciles al resto de proyectos que se planteaban en Asturias vinculados a la producción de la fuente energética del futuro. Ninguna de las iniciativas presentadas, como la ideada por EdP para transformar la central térmica de Aboño en un valle del hidrógeno, llega a ese precio tan bajo, señaló Ulacia. «Ahí la duda es si alguien va a invertir para tener ese precio cuando dicen que llega por tuberías a 1,5 euros», por lo que instó a las empresas que manejan estas proyectos a «pensarlo un poco más». «Todos pueden competir, pero la cuestión es qué dinero va a haber y cómo vamos a acceder a los fondos europeos», planteó.
Fondos europeos
«Es un error grave no saber cuánto dinero se necesita»
La llegada de los fondos europeos es la gran esperanza de la industria en su conjunto, pero la incertidumbre sobre los criterios de selección de los proyectos amenazan su ejecución. «Si no tenemos muy claro cuánto dinero llevamos para las necesidades sociales y cuánto se necesita para hacer una transformación de la industria, estaremos cometiendo un error bastante grave, y aparentemente estamos en esta senda», subrayó. Las empresas, recordó, han trabajado de manera intensa en los proyectos, por lo que instó a la Administración a «dar prioridad» a la descarbonización de la industria y que no se queden en el cajón.
Guerra de Ucrania
«El acceso a las materias primas será más difícil y caro»
Por si fueran poca la incertidumbre que afronta el sector, la invasión de Ucrania por parte de Rusia no hace otra cosa que aumentarla. Una guerra que debilita aún más la posición de Europa frente a Asia y Estados Unidos. La previsión es que los precios de las materias primas «se mantenga al alza por la demanda tan elevada de países como China». A esto se añade que Rusia es uno de los grandes proveedores, suministro que más que probablemente se interrumpa. Así las cosas, Ulacia recomendó que las empresas tengan en cuenta que «el acceso a las materias primas cada vez va a ser más difícil y más caro».
Precio de la energía
«La UE va a revisitar las ayudas a la gran industria»
Parece que las previsiones de Europa sobre una bajada del precio de la energía a partir de la primavera no se van a cumplir. Por ello, Ulacia indicó que la UE tiene intención de «revisitar el sistema de ayudas a la gran industria» y dar flexibilidad para que no se califiquen como ayudas de Estado, de manera que «cada país va a tener que determinar cómo prestar estos apoyos». Otra cuestión que plantea la UE es negociar con las eléctricas para que los beneficios caídos del cielo «amortigüen el impacto de subida de costes a la industria».
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