El Gobierno saca adelante el fondo de las renovables contra el que se rebela la industria

El sector cuantifica en 2.650 millones el sobrecoste que supondrá para su factura energética hasta 2025

N. A. E.

GIJÓN.

Miércoles, 2 de junio 2021, 03:34

El Consejo de Ministros aprobó ayer el Proyecto de Ley del Fondo de Sostenibilidad Energética, otra medida que plantea el Gobierno central para reducir el coste de la factura eléctrica, pero contra la que la industria casi al completo se ha rebelado porque, ... finalmente, implicará un aumento de los costes energéticos.

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Aunque no se conocen aún los detalles del proyecto, no se esperan grandes cambios con respecto al texto que ya pasó por el Consejo de Estado. Según ese documento, la Alianza por la Competitividad de la Industria, en la que están grandes patronales como la siderúrgica, la cementera, la papelera o la química, cuantificó en 2.650 millones de euros el sobrecoste que supondrá para el sector entre 2021 y 2025, sin tener en cuenta el eventual régimen de compensaciones, que se desconoce y del que se desconfía, sobre todo tras el fiasco del estatuto para las electrointensivas.

El planteamiento del Ejecutivo pasa por sacar alrededor de 6.500 millones de euros que ahora se encuentran en la parte fija del recibo de la luz (costes asociados al régimen retributivo específico de las renovables, cogeneración y residuos) y repartirlos entre todos los actores energéticos. Parte recaerá en las eléctricas (en menor medida), pero también afectará al gas y, sobre todo, a los hidrocarburos.

«Si se mantiene el contexto que conocemos saldremos muy perjudicados», señaló ayer a este periódico Andrés Barceló, director general de la patronal siderúrgica Unesid, ya que encarecerá enormemente la factura del gas y no rebajará especialmente la electricidad. «Dicen que baja la luz, pero se les olvida decir a los consumidores que les va a subir el gas, el gasoil o el butano», insiste.

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Desde la Federación Asturiana de Empresarios (Fade) consideran prematuro hacer análisis cuando aún se desconoce si se han recogido las alegaciones presentadas. No obstante, fuentes industriales son pesimistas sobre esta posibilidad tras mantener encuentros de diferente nivel con el Ejecutivo central. De hecho, consideran que lo que está realizando el Gobierno es una especie de juego de manos, que pasa un cargo de la factura de un sitio a otro, pero al final recaerá en el consumidor e, incluso, el recibo será mayor que el inicial. Y llueve sobre mojado para un sector como el industrial que ya paga por la energía más que sus principales competidores europeos.

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