El Gobierno central primará a Asturias en su plan de almacenamiento energético

La Estrategia de Almacenamiento Energético analiza los retos y traza el camino que seguirá el país. En concreto, contempla disponer de una capacidad de almacenamiento de 20 GW en 2030 y alcanzar los 30 GW en 2050. Desde el Ejecutivo se espera que el desarrollo de este plan cree empleo, facilite una transición justa y propicie nuevos modelos de negocio a lo largo de toda la cadena de valor.

Precisamente, dentro de los retos que plantea, se encuentra dar «un futuro a las regiones dependientes económicamente de tecnologías basadas en combustibles fósiles». Y, para ello, asegura que se promoverá la implantación de sistemas de almacenamiento en esos territorios.

El documento cita explícitamente entre las tecnologías que se desarrollarán la utilización de aguas procedentes del drenaje de las minas para la producción de energía eléctrica mediante una central depuradora reversible, «permitiendo la regeneración de entornos mineros». «Esta tecnología presentaría beneficios adicionales al encontrarse en zonas de transición justa y cerca de centrales térmicas cerradas», recalca el documento. Precisamente, la empresa Planta Fotovoltaica Lignito, perteneciente al Grupo Lamelas Viloria, con sede en Ponferrada, plantea invertir 120 millones de euros para instalar una central hidroeléctrica de este tipo en la mina de Buseiro (Tineo).

Además, el documento también hace referencia a impulsar iniciativas de I+D+i en territorios afectados por la descarbonización de la mano de la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden) para favorecer la reconversión de instalaciones energéticas en desuso y aprovechar sinergias y los nudos existentes. Se aclara también que se fomentará el acceso a las bolsas de trabajo de la minería y centrales térmicas puestas en marcha por el Instituto para la Transición Justa.

Ya de forma más genérica, destaca el papel del hidrógeno como vector energético, para cuyo desarrollo hay también proyectos en el Principado, como el planteado por Naturgy y Enagás que incluye la construcción de un parque eólico flotante en la costa asturiana y el uso de la regasificadora de El Musel o la alianza de Duro Felguera, Hunosa y Nortegas para impulsar iniciativas de generación, almacenamiento, inyección a la red y movilidad eléctrica. Además, el texto hace referencia a otras posibilidades, que van desde el amoniaco, el metanol y combustibles alternativos a las baterías, pasando por supercondensadores o el aire líquido. Estas tecnologías tendrían aplicación en sectores como el de la movilidad, la edificación o la industria.

Sin embargo, esta estrategia se queda aún coja para los principales responsables sindicales del sector. El secretario general de SOMA-Fitag-UGT, José Luis Alperi, echa en falta más concreción, y, sobre todo, que quienes están dispuestos a invertir, «tengan un marco jurídico seguro y claro», como en el caso del proyecto tinetense. Tampoco existe concreción sobre el sistema retributivo para el almacenamiento en las plantas termosolares, «que sería fundamental para el desarrollo de la fabricación de componentes, muy importante para empresas presentes en Asturias como RioGlass Solar», subraya.

Para, el secretario general de CC OO de Industria, Damián Manzano, la principal preocupación es que esa estrategia consolide alternativas que permitan generar actividad y empleo en Asturias, por lo que reclama «un principio de discriminación positiva», dada la afectación del proceso de descarbonización en Asturias. «Se repite el gravísimo error de no habilitar medidas concretas para que, una vez desaparecido el sector de generación, vía cierre de térmicas, al menos se priorice Asturias para el almacenamiento, teniendo en cuenta a mayores su muy alto consumo en el ámbito industrial. Mucha transición y poca justicia», censura.