El Gobierno rebajará el IVA del gas al 5% ante el descontrol de precios

Sánchez ha realizado el anuncio en una entrevista en la Cadena Ser a cinco días del debate que iba a mantener con el presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, en un cara a cara energético en el Senado a cuenta del último plan de ahorro energético. La rebaja del IVA era precisamente una de las propuestas enumeradas por el popular esta semana de cara a ese encuentro parlamentario.

La evolución del precio, que ha superado los 300 euros/mwh este agosto, y sobre todo las perspectivas nada halagüeñas para los próximos meses ha llevado al Ejecutivo a tomar esta decisión a las puertas de un invierno en el que las facturas de gas pueden sufrir un peligroso ascenso. La decisión de Rusia de cortar los gasoductos con Alemania o Francia, entre otros países, ha revolucionado al mercado del gas que, a la vez, ha impulsado la factura de la luz al usar esta materia prima para producir electricidad a través de las centrales de ciclos combinados.

Esta rebaja del IVA gasista se une a la reducción de ese mismo impuesto que el gobierno ya recortó en el caso de la factura de la luz desde primavera del diez al 5%. Es el gravamen mínimo que permite la Comisión Europea.

En el caso de la factura con tarifas reguladas de gas, la denominada TUR, las subidas de precios se encuentran restringidas desde el mes de noviembre del año pasado. En cada revisión trimestral de esta tarifa el ejecutivo mantiene el descuento aunque a la vez va incorporando la compensación de no haber subido el recibo tanto como debería haberlo hecho por la evolución del mercado.

A pesar de las diferentes medidas tomadas por el Gobierno en el último año para intentar contener los recibos de la luz y del gas, la realidad ha tumbado buena parte de los efectos de esos planes. Además de las rebajas de IVA en la factura de la luz, el ejecutivo también ha reducido el impuesto especial de electricidad hasta el 0,5%. Así como numerosos cargos fijos que se incluyen habitualmente en las facturas que pagan los ciudadanos. Además se encuentra en vigor desde el pasado 15 de junio el mecanismo ibérico que permite limitar el precio del gas para formar el coste de la electricidad diaria en España. El presidente del Gobierno ha asegurado que aunque esos precios se han elevado este verano la subida habría sido hasta un 15% mayor con respecto al resto de Europa si no se hubiera aplicado el tope ibérico.

Agosto se ha convertido en el mes más caro de la historia para las facturas de la luz como sobre todo las ligadas a la tarifa regulada o pvp. El incremento del precio del gas en el mercado internacional por la presión de Rusia y la necesidad de abastecerse para las reservas por parte de todos los países europeos ha elevado el coste medio de generación hasta por encima de los 300 euros por megavatio hora. Se trata de una referencia a un mayor de la registrada en marzo, justo el mes posterior al inicio de la invasión rusa de Ucrania.

Por otra parte, hecho referencia al plan de contingencia que está preparando el gobierno y que debe enviar a Bruselas tras consultarlo con las comunidades autónomas, grupos parlamentarios, asociaciones y agentes del sector implicados. El presidente del Gobierno ha pedido no caer en el catastrofismo ni tampoco en la euforia aunque ha indicado que España se encuentra en una mejor posición de suministro de gas con respecto al resto de los vecinos europeos gracias a las plantas regasificadoras. El plan de contingencia plantea varios escenarios y el más extremo de ellos asume la posibilidad de racionar el gas aunque fuentes del propio ejecutivo insisten en que es una posibilidad mínima.

De plan de contingencia, que plantea varios escenarios de cara al próximo invierno, se unirá al plan de ahorro energético que ya fue aprobado por el Congreso la semana pasada y que incluía entre otras medidas el ajuste de la temperatura en los locales públicos, así como el apagado de las luces de los escaparates y los monumentos públicos, y otras medidas para reducir el consumo eléctrico y por tanto el del gas que se utiliza para producir luz en torno a un 7% frente al 15% que había exigido en un principio la Unión Europea.