Funcas prevé que Asturias sea la comunidad autónoma que menos crezca este año

El centro de análisis remarca que las diferencias en el avance del PIB entre las comunidades se explican, sobre todo, por el distinto peso del turismo. Mientras que unas tienen «un sector servicios de mercado competitivo», otras, como Asturias, cuentan con una mayor preponderancia de la industria. Respecto al empleo, Funcas pronostica que la tasa de paro, en términos de la Encuesta de Población Activa (EPA), bajará hasta el 11%, ligeramente mejor que la media nacional, que se situará en el 11,2%. Esto se debe, en parte, al descenso de la tasa de actividad –que este año retrocederá y continuará siendo la más baja del país, con un 49,8%– y de la población activa. En este punto, subraya que el cambio demográfico ha incidido de manera importante en el mapa autonómico, pues desde 2021 el número de habitantes crece en prácticamente todas las regiones debido a la inmigración y a las personas que retornan.

«Su relevancia se refleja en el incremento generalizado de la población activa registrada en los dos últimos años, gracias a la incorporación de mano de obra foránea, un fenómeno particularmente pronunciado en Asturias, Galicia o Castilla y León, comunidades que sin este aporte hubieran conocido un estrechamiento de la fuerza laboral», afirma Funcas.

En relación al ejercicio pasado, el centro de análisis estima que el PIB de Asturias creció un 2%, «sensiblemente por debajo» de la media nacional. Uno de los puntos que explican ese menor dinamismo es que el Principado fue la región que sufrió un mayor descenso de su Índice de Producción Industrial, con un desplome del 7,8%. «Destacó especialmente la intensa caída de la actividad en la industria energética, que tiene un peso elevado en la estructura industrial de la región, aunque en todos los grandes subsectores la evolución fue peor que la media», señala.

El informe concluye que el avance del PIB se sustentó fundamentalmente en los servicios, aunque su crecimiento se situó por debajo de la media española, debido tanto al menor peso de las actividades relacionadas con el turismo –que fueron las que más impulsaron este sector a nivel nacional–, como al menor incremento generalizado del resto de ramas del sector. La construcción también realizó una aportación positiva, aunque en menor medida que los servicios.