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N. A. ERAUSQUIN
GIJÓN.
Viernes, 6 de diciembre 2019, 03:25
El horno alto 'B' de Gijón podría volver a funcionar el 9 de enero, como había ofrecido Arcelor a los sindicatos si CC OO desconvocaba sus movilizaciones. La multinacional no ha confirmado aún que vaya a poner en marcha la instalación, pero ... se da la condición que había exigido: las asambleas de afiliados de CC OO celebradas ayer y el miércoles en la siderúrgica han aprobado la apertura de la negociación del acuerdo marco y dejar los paros. La primera reunión tendrá lugar el próximo jueves, día 12.
El horno alto gijonés estaba parado desde octubre. En un principio se trataba de un apagado programado para sustituir los 'staves' -circuitos de refrigeración- y de paso aprovechar para instalar una captación adicional de humos y prepararlo para poder consumir gas de cok procedente de las nuevas baterías para ser más eficiente y necesitar menos combustible procedente del carbón. Sin embargo, la mala situación del mercado y la consiguiente caída de pedidos llevó a la multinacional a anunciar que prorrogaría esta parada 'sine die'. También decidió no aumentar la producción en la italiana Ilva, como había previsto, y parar otras instalaciones europeas, entre ellas un horno en Bremen (Alemania) y otro en Cracovia (Polonia).
Tras constatar cierto repunte en la demanda, impulsado en gran parte por el inicio del año, que suele empujar a las compañías a volver a generar estocaje, Arcelor propuso el arranque del horno alto gijonés, pero condicionado a que CC OO garantizara la paz social y desconvocara los paros convocados para protestar por el abandono de la negociación del acuerdo marco. Pese a una incidencia de las movilizaciones que cifró en el 5% en Asturias y en el 16% en Sagunto, la empresa aseguró que temía que las huelgas pusieran en riesgo la producción. No obstante, también aceptó reabrir las negociaciones del acuerdo marco, aunque insiste en que solo se pondrán sobre la mesa cuestiones que quedaron fuera del convenio ya aprobado en plantas como las asturianas. El sindicato, sin embargo, asegura que llevará cualquier asunto que suponga una mejora de las condiciones para todos los trabajadores de Arcelor en España y en el caso de que no haya avances podría «volver a las trincheras».
Y ahí está el quid de la cuestión, los directivos de la multinacional, que avisaron de que si no era el gijonés se arrancaría el horno de Bremen o el de Cracovia, tienen que decidir si el abandono de los paros decidido por los afiliados de CC OO les resulta suficiente garantía para encender la instalación asturiana.
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