«Con Faustino Obeso desaparece un referente en la innovación»

Incluso tras la sucesión, a Obeso «siempre lo tenía cerca, dispuesto para todas las reuniones, visitas y consejos que necesitase». Un carácter que «no era incompatible con la firmeza que mostraba cuando era necesario, siempre en la defensa de la innovación e investigación». Obeso «pocas veces creía predicar en el desierto»; prueba de que sus palabras no cayeron en saco roto es el Centro de I+D de Arcelor en Avilés y la futura Agencia de Ciencia, Competitividad Empresarial e Innovación, apuntó Buznego. Este ingeniero industrial era «un firme convencido de que la innovación y la investigación eran la pata que faltaba al sistema productivo español y asturiano», por lo que no dejaba de insistir en «ese cambio fundamental en la mentalidad de los empresarios asturianos» para que se produjera esa transformación.

En este sentido, Buznego recordó que Obeso centró buena parte de sus esfuerzos en promover la creación de consorcios, así como en la búsqueda de fuentes de financiación europeas. Tras dedicarle al fallecido estas cariñosas palabras, el vicepresidente de Innovasturias entregó una placa conmemorativa al hijo de Faustino Obeso, que lleva su mismo nombre. Su hermana Ana y él agradecieron el gesto a la asociación, que les «reconforta y hace recordar a la persona que un día fue».

Porque «las terribles consecuencias de su párkinson y su demencia» sufridas en sus dos últimos dos años de vida no empañan el legado de Obeso, quien transmitió los valores y la importancia del esfuerzo, la dedicación, la tenacidad y el trabajo, al igual que la humildad y la excelencia. Unas herramientas que en la vida le permitieron llegar a «metas que parecían inalcanzables» para aquel niño de Niembro que cada día recorría en bicicleta diez kilómetros para asistir a la escuela en Llanes. Y que, ya casado y con descendencia, con trabajo a tiempo completo, «consiguió titularse con matrícula de honor como ingeniero industrial». Apasionado por Asturias, este sentimiento le llevó a «defender la innovación como un valor diferencial que permitiese a esta tierra progresar y salir de la periferia en su sentido más amplio».

Además del homenaje a Obeso, el acto contó con la intervención de la presidenta de Innovasturias, Ana Pérez Otero, quien instó a acompañar a las grandes empresas innovadoras de la región para remar en la misma dirección. «Tenemos que subirnos a ese barco y que así la región prospere», apuntó. También hubo espacio para entregar los Premios al Socio Innovador, que recayeron en Imatech (Imasa Technologies), en la categoría de gran empresa, y Abamobile, en la de pyme. Asimismo, se entregaron los diplomas acreditativos de su condición de socios a los 18 nuevos integrantes de Innovasturias.