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Cada cuatro años, con la cita electoral en ciernes, los empresarios asturianos hacen una recopilación de todas sus reclamaciones y exigencias planteadas a lo largo de la legislatura para hacérselas llegar a los principales partidos políticos. Son cuestiones de ámbito fiscal, ... de infraestructuras, de empleo, de formación, de competitividad o burocráticas ampliamente repetidas, pero que para la Federación Asturiana de Empresarios (Fade) ya toman un carácter de «urgencia». Porque, como recuerdan en su denominado 'Proyecto Asturias' los datos macroeconómicos y demográficos no son buenos. «Es una evidencia que nuestra población mengua y envejece o que en índices tan sensibles como el emprendimiento, la innovación o el tamaño de las empresas, el Principado se encuentra a la cola de España».
Con esos negativos indicadores sobre la mesa, y con los puntos «críticos» de la economía regional perfectamente identificados, quieren que los programas electorales equilibren sus propuestas orientadas a la protección social que, aseguran, «abundan», con las destinadas a fomentar la actividad económica. Porque, advierten, «solo con empresas fuertes y actividad económica, seremos capaces de generar empleo, recaudar más impuestos, hacer sostenible el sistema y garantizar un futuro a nuestros jóvenes». En definitiva, atraer y fijar población en Asturias.
Y como revertir la crisis demográfica es «el mayor desafío de la próxima legislatura» reclaman reformas estructurales «eficaces, un impulso político decidido y acciones valientes para el conjunto de la sociedad». La hoja de ruta la tienen clara. Un decálogo de medidas sobre las que profundizarán en encuentros de trabajo personalizados con cada partido buscando un «consenso social y político» que creen «de vital importancia» para el devenir regional.
Para ello, la patronal plantea una Asturias como región para vivir, emprender y trabajar; desde la que competir en el mundo; donde los autónomos no están abandonados; donde el sistema formativo sea el primer paso para dinamizar el mercado laboral; o donde no haya ninguna oferta de empleo sin cubrir. Proponen también rebajar la burocracia reformulando la administración; y dar un giro a la estrategia fiscal del Principado porque «una menor presión puede revertir en una mayor recaudación. Para Fade, considerar a la industria como sector estratégico favorecería revisar su estrategia ya que el tejido regional requiere una «atención específica y urgente» principalmente en tres ámbitos: la adaptación a la transición energética, el impulso a la digitalización y el apoyo a proyectos tractores.
Por supuesto, las infraestructuras y los fondos europeos ocupan sendos capítulos de sus propuestas para «relanzar la economía del Principado» y poder así reconducir esa «dinámica perniciosa» de unos datos macro «que desde hace lustros acotan el contorno de nuestra economía».
Los empresarios reclaman a los políticos la defensa de «sus intereses como empresarios», pero sobre todo, del conjunto económico regional. De ahí que enumeran medidas como apoyos en vivienda, educación de hijos y conciliación; atención a municipio en riesgo de despoblación; tarifa cero para autónomos durante el primer año de actividad o captación de empresas emergentes a las que habría, no solo que acompañar y asesorar, sino dar facilidades, por ejemplo, desde el punto de vista de las ubicaciones.
El crecimiento empresarial, sobre el que Fade tiene puesto el foco con una oficina específica y su respaldo al fondo de inversión privado Asturias Growth, se refuerza con la petición de apoyo financiero público. Presentan para ello la propuesta de lanzamiento de un programa, dotado de 50 millones de euros con la idea de hacer un plan estratégico plurianual con acciones especiales que apoyen los procesos de crecimiento identificados. El objetivo es que Asturias tenga en 2030 un total de 400 empresas más de entre 20 y 50 empleados, otras 200 de entre 50 y 249, y 50 más con más de 250 empleados.
En el ámbito laboral, los empresarios vuelven a insistir en la falta de mano de obra, buscando soluciones en el plano formativo, donde hablan de «una revolución», pero también en el de contratación. Sus propuestas inciden en potenciar el empleo de los perceptores del Salario Social Básico, flexibilizando su gestión, así como promover la incorporación laboral de extranjeros mediante arraigo para la formación y posibilitar la contratación en origen «para ocupaciones con dificultad para ser cubiertas».
Otros dos grandes caballos de batalla de la patronal son el fiscal y el de la conectividad. Para el primero insisten en la propuesta de deflactar del IRPF, y bonificar el impuesto de patrimonio y el de sucesiones. Por lo que respecta a las infraestructuras, las ferroviarias, portuarias, una estación intermodal en la Zalia, la rebaja del peaje del Huerna o la recuperación de la autopista del mar no se escapan al decálogo.
El cierre al capítulo de propuestas lo ponen los fondos europeos a los que ven como «una palanca verdaderamente transformadora de nuestra economía». Urgen ,por ello, agilizar su llegada a la empresa privada.
Talento. Programa de medidas administrativas, sociales y fiscales para atraer trabajadores y emprendedores con vinculación con Asturias. Diseño de un plan de captación de empresas emergentes. Tarifa cero para autónomos el primer año.
Competitividad. Lanzamiento de un programa por la Administración, dotado con 50 millones, para favorecer el crecimiento de empresas. Reforzar instrumentos financieros y promover la actividad de los fondos de inversión privados, en los que el Principado se implique como un socio más
Innovación. Reconvertir infraestructuras amortizadas o infrautilizadas (como minas o ámbitos de influencia de centrales térmicas) en 'sand box' de pruebas. Promover un proyecto piloto de 'Silver Economy'. Crear un índice de innovación y un sello pyme digital.
Autónomos. Protección total, eliminando toda discriminación a los autónomos societarios en relación a los de personas físicas, en particular las deducciones en el IRPF y la colaboración de las administraciones para luchar contra la economía sumergida.
Formación. Crear una Consejería de Formación y Empleo. Aplicar de forma efectiva la Formación Dual e implementar una orientación profesional integral en todas las edades, sobre todo en los últimos años de primaria y en toda la secundaria.
Empleo. Potenciar el empleo de los perceptores del Salario Social Básico. Promover la incorporación laboral de extranjeros y posibilitar la contratación en origen para puestos con dificultad de cobertura.
Burocracia. Reforma integral de gran parte de la regulación de la actividad empresarial favoreciendo la flexibilidad. Generalizar el silencio positivo en un plazo máximo de 3 meses. Publicación de tiempos de demora,
Impuestos. Reformular la estrategia fiscal asturiana. Deflactar el impuesto sobre la renta, bonificación del 100% del impuesto sobre el patrimonio, bonificación del 100% del impuesto de sucesiones y donaciones de los grupos i y II y del 25% en parientes hasta el tercer grado y mejorar la tributación de empresa familiar.
Infraestructuras. Una planificación integral, con especial atención al desarrollo del Corredor Atlántico (Zalia, tramos ferroviarios pendientes y las autopistas A-6 y A-66) crítico para el transporte de mercancías, e impulsar su ejecución. Recuperación de la autopista del mar o la reducción del peaje del Huerna.
Fondos europeos. Garantizar que lleguen a las empresa privada, incrementar los porcentajes de cofinanciación e introducir la figura de los PERTE regionales.
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