Los eurodiputados, ayer, durante una de las votaciones que tuvieron lugar en Estrasburgo. EFE

El Europarlamento tumba la reforma del sistema de emisiones que temía la industria asturiana

La propuesta deberá ser ahora renegociada, incluido el arancel ambiental que sí quería el sector, y se mantiene la incertidumbre para las empresas

Jueves, 9 de junio 2022, 03:36

Dicen que la incertidumbre es el mayor enemigo de las inversiones, de ahí que la industria no vea como una victoria que el Parlamento Europeo tumbara ayer la ambiciosa reforma del Fondo Social para el Clima que, en teoría, iba a salir adelante con más ... o menos cambios. Está en juego demasiado, miles de millones de euros y cientos de miles de empleos. Por ello, las empresas se congratulan de que no haya salido adelante la reducción de derechos de emisión gratuitos que planteaba la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara, pero se mantiene la duda de qué pasará ahora. Y eso no es bueno.

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El pleno debía votar dos puntos trascendentales para el sector, y dentro de él, para factorías asturianas como las de Arcelor, Tudela Veguín, Asturiana de Zinc o Fertiberia: la reforma del mercado del CO2 y la creación de un arancel ambiental que coloque en igualdad de condiciones la producción extracomunitaria que no paga por contaminar. Sin embargo, la mayoría rechazó el diseño final del sistema de comercio de emisiones, lo que llevó a ni siquiera plantear el asunto del ajuste en frontera. Los informes se deberán a volver a negociar.

Era una incógnita qué depararían las votaciones, tras presentarse cientos de alegaciones al documento salido de la Comisión de Medio Ambiente. Esta planteaba empezar a recortar las asignaciones gratuitas a la industria ya en 2025 y reducirlas a cero en 2030, algo que el sector veía inviable. No obstante, no se preveía que hubiera un bloqueo como el que se produjo, después de que salieran adelante enmiendas más favorables a las empresas, que alargaban la eliminación de los derechos gratuitos hasta 2034 y ampliaban los índices de referencia para las asignaciones.

La siderurgia apoya que la UE mantenga las medidas de salvaguarda

La Asociación Europea del Acero (Eurofer) acogió ayer con satisfacción la prórroga por parte de los estados miembros de la UE de las medidas de salvaguarda comercial para la siderurgia comunitaria. «Esta decisión aporta estabilidad al mercado siderúrgico de la UE al tiempo que evita las importaciones excesivas de acero de terceros países que perturban el mercado», afirmó Axel Eggert, director general de Eurofer. La propuesta, no obstante, incluye algunos cambios en el contingente por el impacto de la invasión rusa y mantiene el aumento de las cuotas libres de arancel, que no gustan al sector. «Esta brecha ahora se incrementará aún más», censuró Eggert.

Sin embargo, a la hora de votar el documento final con los cambios ya respaldados por la Cámara, la presidenta del Grupo Socialistas y Demócratas, la española Iratxe García, reclamó tres minutos de receso en los que se decidió decir 'no' a la reforma. «Cuando la UE más necesita apostar por liberarse de las energías fósiles y asegurar su autonomía energética, el PP europeo negocia con la extrema derecha para rebajar las ambiciones», censuró. En el momento decisivo, con el pulgar hacia abajo, pidió el voto en contra a un texto que, en su opinión, había quedado adulterado. «No se puede pedir el voto a la extrema derecha para rebajar las ambiciones y luego pedirnos que votemos esto», insistió.

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Sin disciplina de partido, hubo socialistas que se desmarcaron de esta decisión, entre ellos el asturiano Jonás Fernández, que confía en que se alcance pronto un amplio acuerdo. «Es el momento de impulsar la transición ecológica al tiempo que se protege la competitividad de la industria de la UE y los empleos asociados a ella», señaló, sobre unos asuntos que «responden a objetivos clave para los socialistas europeos y para la transición justa de regiones industrializadas como Asturias».

La otra eurodiputada del Principado, Susana Solís (Ciudadanos), fue mucho más vehemente. «Estoy extremadamente decepcionada con los votos. Los socialistas han votado junto con la extrema derecha y los verdes para tumbar una pieza clave del paquete climático con tal de no darle un calendario más digerible a la industria».

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El cruce de acusaciones sobre quién votó con la extrema derecha se debió a que esta apoyó en las alegaciones criterios más laxos para la industria, al igual que los diputados populares y los de Ciudadanos, pero luego rechazó el texto final junto a los socialistas, aunque en su caso por verlo aún demasiado ambicioso.

«Para Asturias, esto es dramático», consideró Solís sobre el bloqueo, para defender que se recogían «enmiendas importantísimas para el sector electrointensivo, con un calendario ambicioso pero razonable, el cálculo de la retirada gradual de los derechos de emisión gratuitos y una solución para la competitividad de nuestras exportaciones. El texto, en definitiva, tenía en cuenta las preocupaciones de la industria asturiana. Tirar esto abajo no tiene ningún sentido».

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Ahora toca que los informes vuelvan a la Comisión de Medio Ambiente. Rebajar «las emociones y tensiones», como apuntó Iratxe García, y «volver a trabajar para intentar construir una posición común coherente». Sin embargo, las partes están tan enfrentadas que parece complicado y el tiempo corre en contra de un sector, que pide certezas y que recuerda que necesita el arancel ambiental para competir con los productos extracomunitarios, que no asumen el coste disparado de los derechos de emisión.

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