Establecimientos a medio gas: abiertos pero con secciones cerradas

Quienes acuden a hacer la compra al supermercado a diario saben perfectamente que el sábado es uno de sus días fuertes, si no el que más. Ese característico trajín y las largas colas en las cajas poco tenía que ver con la imagen que se ... vio ayer. Bien fuera por solidaridad o bien por la labor disuasoria de los piquetes informativos, los pasillos ayer lucían prácticamente vacíos. De gente y de trabajadores. Fue, por ejemplo, el caso del Alimerka ubicado en los bajos del estadio de El Molinón (Gijón) donde su encargada confirmaba que habían acudido 12 de los 40 que tiene la plantilla, la mayoría eventuales. Allí, ni frutería ni pescadería. Lorena Martínez, junto al resto de compañeros de este establecimiento, fueron, sí, pero se quedaron a la puerta «como señal de protesta» y entusiasmadas «por la solidaridad de los clientes, que mayoritariamente no acudieron para darnos apoyo». En otros era la carnicería o la panadería. E incluso, como el de la carretera Carbonera en Gijón o La Paz y Villalegre en Avilés ni siquiera abrían sus puertas a las 9 horas. Una fotografía que se iba repitiendo a lo largo de toda la geografía asturiana y que llevó a muchos a acudir a la cadena Mercadona o El Corte Inglés que, puesto que cuentan con convenio propio, no están llamados a la huelga. Marta González, secretaria general de UGT Servicios en Asturias, destacaba precisamente eso: «A pesar de que casi ninguno ha cerrado por completo, lo han hecho bajo mínimos, con una, dos o tres personas, y es motivo para estar contentos». Los hubo también que dieron de lado a las grandes compañías y optaron por los mercados de abastos. Ana Castiello, quien tiene su pescadería en el Mercado del Sur, en Gijón, afirmaba que «hoy se ve muchísima más gente, fuera lo normal, y no solo porque se acerque la Nochebuena». Esa empatía de los clientes habituales fue lo más reseñable a primera hora para Arancha Carcedo, representante de CC OO, quien acudió al piquete del centro ubicado en la gijonesa Avenida de Portugal. «Estamos por una exigencia justa y la gente lo entiende», decía.