Caja Rural de Asturias presentará mañana a sus socios las cuentas del pasado ejercicio en la asamblea que tendrá lugar en Oviedo. Su director general, Fernando Martínez Rodríguez (Oviedo, 1953), desglosará las cifras más destacadas de una entidad que da empleo a 438 personas, 21 más que un año antes. Además, presentará su candidatura para ser consejero y, si el consejo la respalda, el 4 de julio se convertirá en presidente en sustitución de José María Quirós.
–¿Cómo se producirá el relevo?
–En principio, así estaba previsto y así hemos hecho las cosas desde hace tiempo, no es una sorpresa. Los pasos que viene dando Caja Rural de Asturias siempre fueron muy previsibles. Mañana se cumple un hito más. Ya cumplí la edad de jubilación en diciembre y estaba alargando mi relación laboral con la entidad hasta pasar por la elección en la asamblea que se celebrará mañana porque es necesario ser consejero para poder acceder al consejo y, dentro de él, se elegirá al presidente. Seré yo quien me presente como candidato y, si las cosas se desarrollan con la normalidad que se espera, seguiré en una nueva etapa.
–¿Cómo afronta este reto?
–Es una nueva experiencia, es un reto difícil el que tengo que asumir porque mis predecesores me dejaron el listón muy alto. Al final, todos colaboramos en pasar este listón y dejarlo donde está. No solo yo desde la dirección, sino que todo el equipo de ejecutivos y de empleados de la caja somos una familia bien avenida; estamos todos alineados en una misma dirección que es conseguir los mejores resultados posibles para la entidad y nos viene saliendo bien desde el principio, hace ya 56 años. Nuestra línea es muy predecible: en Asturias, por Asturias y para Asturias, 100%.
–¿El subdirector general pasará a ocupar su puesto?
–Sí, tal como están previstas las cosas, Antonio Romero pasaría a ser director general, pero también tiene que ser ratificado en el consejo del 4 de julio. Hasta esa fecha, seguiré desempeñando las tareas de director general.
–¿Qué les presentará mañana a los socios?
–No podemos más que estar orgullosos por el resultado que vamos a presentar en la asamblea. Puedo mencionar que tenemos unos activos totales medios de 4.300 millones de euros y unos recursos propios, que es lo que nos da solidez, de 412 millones, lo cual nos va a permitir obtener unos ratios de solvencia de los más altos del mercado. En concreto, el ratio de capital total, que es el que mide la solvencia de las entidades, es del 24,04%, por encima de lo que nos exige el Banco de España, que es el 11%. Luego nos vemos en unos ratios de solvencia cómodos y que nos permiten ir creciendo, puesto que tenemos recursos suficientes para poder ir atendiendo las peticiones de nuestros clientes.
–¿Cuál en el nivel de inversión?
–Nuestros recursos de clientes están aumentando en menor medida de lo que nos gustaría que creciesen las inversiones, las peticiones crediticias. Porque, al final, son las que alimentan la cuenta de resultados. Las inversiones en deuda pública y bonos del Estado a los tipos a los que se encuentran son muy bajas y nuestro mayor reto está en volcar los recursos que obtenemos de clientes en unas inversiones crediticias mayores. Por eso, estamos desde hace dos años volcados en el sector empresarial, en las pymes, porque es de donde más tenemos que obtener la inversión. En cuanto a particulares, un 60% de nuestro balance está invertido en particulares y nuestra idea es destinar menos porcentaje a particulares y que vaya aumentando la parte de inversión con pymes.
–¿Cuál es el balance en lo que va de año?
–El avance de las cuentas hasta mayo nos permite pensar que el ejercicio de 2019 va a ir en la línea de 2018, con lo que seguimos dando unos resultados superiores ya a aquellos de antes de la crisis, allá por 2008. Entonces, parecía que no íbamos a salir nunca del pozo, pero logramos recuperar la línea que veníamos manteniendo con anterioridad.
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