Enagás confirma que en enero activará su planta de El Musel como centro logístico

Su puesta en marcha es clave, sobre todo, ahora que las infraestructuras de almacenamiento están sufriendo cierta sobrecarga ante la caída de la demanda industrial, lo que ha provocado un desacople entre la llegada de barcos metaneros y el consumo. No obstante, Enagás subrayó ayer que las regasificadoras se encuentran al 80% y los almacenamientos subterráneos están en torno al 93% de llenado. En lo que va de año, se han llevado a cabo 250 descargas de buques en las terminales de regasificación españolas, casi las mismas que en todo el año 2021.

La planta de El Musel ya cuenta con la autorización administrativa del Ministerio para la Transición Ecológica, pero aún tiene pendiente la aprobación definitiva de su modelo retributivo por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para que pueda usarse como planta que dé servicios logísticos de gas natural licuado y la orden final de puesta en marcha. «Ya se ha comenzado el plan formativo del nuevo equipo de unos 50 profesionales que va a poner en marcha y operar la planta», explicó ayer la compañía, al informar de sus resultados.

A pesar de la guerra en Ucrania y los esfuerzos por reducir el consumo de este combustible, según la información hecha pública ayer por Enagás, su demanda creció un 8,2%, impulsada especialmente por la derivada de la generación eléctrica, que se disparó un 80,2% por un mayor uso de los ciclos combinados, pero también por las importaciones por parte de Francia y Portugal. De hecho, las exportaciones desde España en los nueve primeros meses de este año alcanzaron los 26,6 TWh, lo que equivale a la energía que transportan más de 26 buques metaneros.

Por otro lado, la energética considera que la actual caída en la demanda convencional de gas, con un descenso del 17,3% en los nueve primeros meses del año, afectada por el retroceso del consumo, «no corresponde a una destrucción de actividad», sino a una sustitución de combustible por los altos precios actuales de este, y estima que será «reversible» cuando la situación se normalice. «Gran parte de ella se puede recuperar cuando vayamos a un escenario de normalización de precios, responde a un cambio de combustibles. Volverá cuando se normalice la situación actual», aseguró el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo, algo que prevé para 2023. No obstante, desde el sector gasintensivo se lleva advirtiendo meses de que ese desplome del consumo se debe, principalmente, a paradas como puede ser la de las instalaciones de Arcelor.

Estas declaraciones se realizaron en el marco de la presentación de resultados de la compañía. Enagás logró un beneficio neto de 353,4 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 15% más que el año pasado, gracias en buena parte a las plusvalías generadas por la venta de su participación del 45,4% en GNL Quintero, que ascendió a 249 millones de euros, y por los 50,4 correspondientes a la entrada del fondo Clean H2 Infra Fund en Enagás Renovable. Estos resultados colocan a la empresa camino de cumplir sus objetivos, a pesar de que el ebitda –los beneficios antes de impuestos, intereses y amortizaciones– se contrajo un 9,7%, hasta 670,1 millones.